TINTA ROJA
dos hermanos a impulsos de la sangre
miércoles, 31 de octubre de 2007
Vuelve Led Zeppelin? Habrá una nueva Escalera al Cielo?
Led Zeppelin: ¿Gran reunión u otro fracaso?
LONDRES (Reuters) -- La legendaria agrupación de rock británica Led Zeppelin ha actuado sólo un puñado de veces luego de separarse en 1980, tras la sorpresiva muerte del baterista John Bonham, y según ellos mismos cada una de las presentaciones fue un "desastre". El concierto de reencuentro previsto para el 26 de noviembre ofrece a los miembros que sobrevivieron de una de las bandas más exitosas e influyentes de la música popular, una oportunidad para recordarle al mundo lo que pueden hacer. El bajista John Paul Jones y el guitarrista Jimmy Page dijeron que, junto con el cantante Robert Plant y el hijo de Bonham, Jason, se reunieron a principios de año en una sesión secreta para determinar si deberían seguir adelante con el espectáculo en Londres. "Sonó como que habíamos estado tocando todas las noches durante las últimas tres semanas", aseveró Jones, de 61 años. Muy distintos de los alborotadores del rock and roll en sus buenos tiempos de la década de 1970, los músicos, de hablar pausado, buscaron restarle importancia a la publicidad exagerada en torno a su reunión. "Estamos simplemente concentrándonos en este show", afirmó Jones. Cuando en septiembre se anunció el concierto, el sitio de internet para la venta de entradas colapsó varias veces, ya que millones de fanáticos pelearon por ellas, testamentos del atractivo duradero de la música. Los creadores de éxitos como Stairway to heaven, Whole lotta love, Communication Breakdown y Kashmir saltaron a la fama poco después de su formación, en 1968, y vendieron unos 300 millones de álbumes. Sumado al concierto, en el que Led Zeppelin planea tocar durante una sesión de 90 minutos, la banda anunció recientemente que el próximo mes editaría su música en internet por primera vez, e hizo un acuerdo con una compañía de telefonía celular.
Construccionismo Social. Ariel
EL CONSTRUCCIONISMO SOCIAL
El construccionismo social más que un enfoque terapéutico es una postura de vida. En él hay puntos de vista filosóficos que están a la base de ese pensamiento y señalaremos algunos de ellos:
1. Esta postura junto con el constructivismo cuestiona el poder tener acceso a la esencia de las cosas. Lo que llamamos conocer son formas de percibir, lo que va a depender de muchos otros factores no sólo de lo biológico y de lo psicológico sino incluye también lo histórico y lo cultural. El construccionismo social considera el conocimiento como un producto resultante de las relaciones sociales ya que las conceptualizaciones y descripciones que hacemos del mundo se construyen en el lenguaje y éste se determina por el grupo social en el que participamos.”Los sistemas de significado cultural preceden al individuo, destacando como foco de su interés y estudio las relaciones y la interdependencia de lo humano” (Gergen, 1994;1996).
2. El lenguaje siendo un instrumento común a un grupo de personas ya sea en su vida cotidiana, de un grupo social cualquiera, de un grupo familiar o de un grupo profesional, no podemos desligarlo del significado personal que este tenga porque diferentes serán las percepciones de cada uno de los integrantes de ese grupo.
El lenguaje es ese instrumento que escuchamos o vemos en un texto pero el significado no está a la vista en las palabras. Las palabras no tienen un significado en sí sino que éste se deriva de su uso social y aún de las experiencias de quien las emite. En cada palabra o frase habrá múltiples posibilidades de significar. Es a través del lenguaje que conocemos, adquirimos y transmitimos los significados. Es decir el significado no es único porque diferentes son las visiones y diferentes serán esos significados los que a su vez determinarán nuestras formas de pensar y actuar.
3. A diferencia de la psicología tradicional el lenguaje no es representacional del mundo que está afuera sino es producto de las diversas interacciones comunicacionales y por ello el lenguaje es un producto social y a su vez es generador de nuevas visiones. En toda comunicación cada persona utiliza las palabras que considera adecuadas para transmitir su pensamiento, sus ideas, sus creencias y su conocimiento. El conocimiento o representación del mundo no es una descripción estática, fija, única, verdad absoluta; es fluida según los aconteceres del narrador y también es creación y no esencia; sería una forma de significar lo que acontece y, el lenguaje al darle una estructura secuencial es generador de historias y por lo tanto de formas posibles de percibir el mundo. No habría entonces una representación de lo que está ahí afuera en lo que se dice sino una construcción a través del uso del lenguaje.
4. En terapia no establecemos hipótesis a priori sino que nos entregamos a un diálogo, en el cual los consultantes nos han invitado a participar. Es una invitación que la familia nos hace al conversar de algo que les preocupa y eso explica por qué el terapeuta tiene una postura de no saber. Es un no saber sobre el sufrimiento o problema que les aqueja del cual ellos sí saben. Si aceptamos su invitación no estamos llamados a dar ni un veredicto ni una solución.
En terapia entonces no sabemos cómo nuestros consultantes han construido sus historias, con qué significados, con qué atribuciones, con qué exclusiones... y es por ello que nos declaramos no expertos en sus vidas.
Debemos tener una posición de respeto y curiosidad y debemos “saber” y ser expertos en el conversar y explorar a través de preguntas que abren el diálogo. También debemos ser expertos en “el escuchar” lo que a la familia le aqueja. Ello requiere que desarrollemos habilidades que favorezcan ese diálogo el que a su vez abrirá un camino de diferentes posibilidades.
“El terapeuta ya no se visualiza como un experto que posee una visión o historia privilegiada, sino como un facilitador de esta conversación terapéutica, como un maestro o una maestra en el arte de la conversación” (Goolishian, 1989)
5. En el encuentro terapéutico los consultantes nos narran su historia, historia que tiene un inicio, un curso y un final. En esa historia existe un hilo conductor en la cual se han engarzado distintos elementos o experiencias significativas que forman su narración.
La postura construccionista plantea que narratizamos nuestras experiencias (Gergen, 1996) y que dependerá de diversos factores la forma final que adopte.
El terapeuta es un actor en el escenario conversacional y quién facilita esa narración a través de preguntas las cuales incluyen las propias palabras del consultante. Este preguntar del terapeuta una y otra vez lleva al consultante a preguntarse ya sea sobre un hecho o una interacción lo que le permite ir recordando y descubriendo otros elementos que estaban inconexos de la anterior narración, serán aquellos trozos no relatados los que podrán ser recordados.
Como consultantes o participantes de una conversación que permite la reflexión, siempre integraremos aquello que se aproxima a nuestra propia narración o historia y la resultante de la conversación no será ni la historia del consultante ni la del terapeuta sino una construcción, compartida y colaborativa entre ambas. Por ello la construcción tiene una base social.
En la terapia es en este juego de lenguaje que la persona irá descubriendo los diferentes significados atribuidos en su discurso, pero puede descubrir significados alternativos lo que lo lleva a un relato diferente distante del problema y a encontrar nuevas alternativas de vida. Los nuevos significados se hacen en ese espacio relacional de coordinación entre los participantes.
Este proceso es lento, difícil que exige gran atención y sabiduría del terapeuta en buscar la pregunta más adecuada, nunca hay una sola. Es un ir “tanteando” en el diálogo y será las respuestas no sólo verbales del consultante sino también los gestos, cambios de postura, expresiones del rostro que nos indican duda, sorpresa, rechazo o aceptación lo que nos dará las señales del camino que debemos seguir compartiendo.
Aquí nos enfrentamos con lo que parece para un profesional lo más temido: la incertidumbre. Al no tener “un marco teórico de interpretaciones “debemos fluir junto con el otro; no tenemos respuesta a los emplazamientos de soluciones: creemos en las múltiples posibilidades de resolver o disolver lo que nos complica. Y por último no tenemos la posibilidad de atribuirnos resultados (halagos) que dan esa sensación de poder, a la que los seres humanos estamos tan expuestos a ser seducidos.
Esto nos lleva a aceptar con humildad que nosotros somos sólo una parte del diálogo y no quién ejercerá la directriz de él como quién instruye a quién tiene menos capacidad y poder. Se da fin a nuestro rol de instruir y decir la última palabra asumiendo nosotros el cambio. Con esta nueva mirada tanto el terapeuta como el consultante están en una posición a un mismo nivel - relación simétrica en cuanto al poder- no sólo en cuanto a indagación y reflexión sino también en cuanto a responsabilidad de lo logrado.
El ir preguntando por parte del terapeuta y el preguntarse a sí mismo del consultante, una y otra vez sobre un hecho, sobre una relación, le permite la de-construcción del texto de su historia, tal como se la ha contado hasta ahora, validando lo que considera importante, “invitando a poner los pensamientos en palabras” (Anderson, 1997).
Eso es lo que llamamos la de-construcción y co-construcción de una nueva narración plena de nuevos significados y nuevas alternativas de acción. Los recursos están en los consultantes los cuales se van desplegando en forma fluida o a veces dificultosa pero al mantenernos en nuestra postura éstos afloran inevitablemente y en ese momento a la sorpresa del descubrimiento se une la satisfacción de sentirse artífices de su propia vida.
Esta relación o alianza terapéutica que se crea entre el terapeuta y el consultante es entonces un aprendizaje mutuo: sin dar interpretaciones, ni instrucciones, ni juicios valóricos ni transmitir nuestras creencias como verdades sanadoras de lo que a ellos les aqueja. Sólo preguntas, opiniones, explicaciones, sugerencias y posibilidades se mezclan en un intercambio dialógico, en un juego de lenguaje en el que hay respeto y colaboración.
Una danza dice Gergen, con sus pausas, su ritmo, su tiempo.
ENRIQUE SIENDO. Psicología Social. Ariel
Bahía Blanca, Abril de 2006.-
ENRIQUESIENDO – Asociación de Op. en Psicología Social
enriquesiendo@yahoo.com.ar
Para todos los Op. en Psicología Social y Psicólogos Sociales:
Un gran filósofo, cuando le preguntaban acerca del tiempo, respondía:
“Si nadie me lo pregunta, yo lo sé para entenderlo; pero si quiero explicarlo a quien me lo pregunte, no lo sé para explicarlo”.
Parafraseándolo, podríamos decir: “¿Qué cosa es la Psicología Social?, ¿Quién podrá fácil y brevemente explicarla?, ¿Cómo se puede formar una idea clara de lo que es la Psicología Social de modo que se lo pueda explicar bien a otro?”.
La Fundación Tehuelche elaboró un documento que publicó en un diario de Trelew, Chubut, como respuesta a una solicitada divulgada por el Colegio de Psicólogos.
Nos pareció muy interesante y nos motorizó a ponernos en movimiento para intentar elaborar un documento, folleto, libro, apunte, algo que quede registrado, desde y en Bahía Blanca, escrito por todos nosotros.
A quien le interese construir este espacio enviar los escritos a la dirección de enriquesiendo. Lo haríamos únicamente, en principio, por correo electrónico.
La idea es que a partir de las preguntas (que pueden funcionar como disparadores) nos sentemos a escribir. Y, si tenemos tiempo y ganas, a pensar.
Ø ¿Qué es la Psicología Social?
Ø ¿Cuál es el Campo de la Psicología Social?
Ø ¿Qué hace un Op. en Psicología Social?
Ø ¿Desde dónde y cómo interviene un Op. en Psicología Social?
Ø ¿Cómo considerás el rol del Op. en Psicología Social y cómo su inserción laboral?
Ø ¿Qué teorías aportan a la disciplina Psicología Social? ; ¿Existen nuevas tendencias o se han modificado viejos enunciados?
Ø ¿Cómo conceptualisamos el ser Operador en Psicología Social?
Ø ¿Qué es lo “psicosocial”?
Es nuestra intención seguir reflexionando, construyendo y afectándonos por esta disciplina que hemos elegido.
Hasta el próximo encuentro virtual.
EnriqueSiendo
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DOCUMENTO DE LA FUNDACIÓN TEHUELCHE:
Bajo el título ¿Qué es la Psicología Social? la Fundación Tehuelche elaboró un documento cuyo objetivo es informar a la opinión pública sobre esta disciplina que desde hace 8 años se dicta en las Escuelas de Psicología Social de Trelew y Puerto Madryn, dependientes de esta Fundación.
Varios grupos de egresados están insertos en el campo laboral público y privado, la docencia, la investigación, la coordinación de grupos y en equipos interdisciplinarios. La creación de Escuelas de Psicología Social en la zona, permitió equipararnos a las capitales más importantes del país, renovándose la vigencia de esta formación en la medida que aumentan los problemas sociales y se hace más tumultuosa la sociedad y la vida cotidiana.
Coordinadoras de las Escuelas mencionadas, concurrieron a EL CHUBUT para hacernos entrega del documento que a continuación se transcribe:
«La Psicología Social es creada en la Argentina por el Dr. Enrique Pichón Riviére, cuya teoría es la base fundamental del aprendizaje que proponemos. Es una disciplina que investiga los procesos de interacción y la experiencia de los sujetos en los grupos, las instituciones, y en la organización social. Aporta importantes conocimientos acerca de las personas en grupo, modos de comunicarse, roles, etc. Su creador, fallecido en 1977, investigador y científico reconocido en todo el mundo, hizo un pasaje desde la Psiquiatría al Psicoanálisis y posteriormente a la Psicología Social, construyendo el estudio del sujeto inmerso en un contexto grupal, social y cultural que lo produce y en el cual es productor. Pichón Riviére debió abandonar las prácticas previas, para producir una disciplina superadora. Las Escuelas de Psicología Social que se nutren en la Teoría y Técnica Pichoniana, utilizan el método dialéctico en el aprendizaje. Este se realiza dentro de la interacción grupal, abordando temas tales como: «Comunicación, Vínculos, Aprendizajes, Familia, Grupos, Vida Cotidiana, etc».
La Psicología Social es la única disciplina en el planeta que trabaja en grupos durante todo el proceso de aprendizaje, siendo su unidad centrar el Grupo Operativo. De esta manera el aprendizaje es grupal desde el primer día de clase y diferente de las múltiples capacitaciones que abordan el estudio de los grupos, las instituciones y la sociedad. La formación en Psicología Social, es por lo tanto única y diferente de cualquier otra disciplina. Su metodología, el Grupo Operativo, favorece una sólida formación que la hace distintiva de otras capacitaciones. Estudiar Psicología Social es posible para toda persona que interesada en dicha temática, se proponga indagarla, conformando grupos que permiten enriquecer el conocimiento, introduciéndose en una nueva manera de aprender. Los ámbitos de trabajo están en todos los sectores en donde existen grupos: Empresas, educación, instituciones públicas y privadas, marginalidad, acciones sociales, acciones de prevención, intervenciones en catástrofes y desastres, grupos de autoayuda, adolescencia, familias, etc. Este amplio espectro laboral permite que el estudio de la Psicología Social esté abierto a profesionales, amas de casa, docentes, obreros, empresarios, empleados, de diferentes edades y sexos».
Consultas recomendadas--¿Qué hace el psicólogo social?--Quien haga hoy psicología social tal como la entendemos debe estar al tanto de una serie de conocimientos muy complejos. Tiene que conocer las relaciones sociales, las instituciones, las relaciones que expresan esas instituciones, las ideologías -que también dan cuenta de esas relaciones- las normas, las formas de organización que se dan los sujetos de ese orden social concreto. Y a partir de tales conocimientos pasar a la investigación de los mecanismos por los cuales esta compleja suma incide en la configuración y el desarrollo de cada sujeto. Pero esto es sólo una parte de lo que debe ser investigado. Porque cada uno de nosotros es a su vez productor de ese orden vincular, institucional, familiar, social.El análisis de esta complejísima realidad nos permitiría conocer cómo los sujetos de un sistema social lo sostienen, lo desarrollan o lo transforman. Y a través de qué mecanismos actúan.--¿Mecanismos psíquicos?--Mecanismos psíquicos, por supuesto, pero marcados por lo social.--Esta afirmación de la presencia del interior social dentro de lo psíquico marca el comienzo de la polémica de Pichon con la Asociación Psicoanalítica Argentina (apa). Sin embargo usted decía que Freud ya había hablado de lo social en lo psíquico.--Sí, el psicoanálisis no niega lo social en lo psíquico. La diferencia está en que para Freud hay cierta región de lo pulsional, de lo instintivo a donde no llegaría lo social. Para él esta zona totalmente cerrada a lo exterior no existe, pero Freud es en muchas cosas un pensador del siglo xix, muy influido por la idea de los sistemas cerrados. Pichon es un pensador muy posterior, muy ligado a otras concepciones del desarrollo, alguien que piensa en sistemas abiertos, a partir de su experiencia clínica. Para él no hay razones que lo social no alcance.
PSICOLOGIA SOCIAL - ESCRITOS
Chicos: Hola a todos.
Muy bueno el material de Chubut, y excelente la idea de integrarlo " al hacer ", que me parece que es nuestro punto más débil a la hora de demostrar, por diferentes causas y motivos.
Voy a intentar aportarles lo que pueda, pero me propongo responder a las preguntas, desde la poca "experiencia laboral" (praxis que creo que a todos nos preocupa) que tuve como Operador en Psicología Social, y por las cuales tuve que responder a algunas de estas preguntas a terceros, y otras veces a mi mismo.
1) ¿ Qué es la Psicología Social ?
Es una disciplina que estudia, investiga e incide interactuando en la conducta y el comportamiento de todos los individuos en relación directa con el contexto que los rodea, en cada aquí y ahora.
2) ¿ Cuál es el campo de la Psicología Social ?
El campo de intervención de la Psicología Social es tan amplio y abarcativo como áreas existentes en las cuales se desarrolle cualquier ser humano.
3) ¿ Qué hace un Operador en Psicología Social ?
Intervenir (operar) en un campo determinado desde lo individual a lo grupal, analizando e investigando respecto las conductas y comportamientos situacionales de los individuos en permanente interacción con el contexto que los rodea, insidiendo en las mismas, estimulando y desarrollando parámetros de salud que faciliten dicha interacción.
4) ¿ Desde dónde y cómo interviene un Operador en Psicología Social ?
Siempre interviene desde su propia subjetividad; formada, capacitada, entrenada y especializada en la Coordinación de Grupos con un objetivo o tarea en común, es por ello que nunca interviene solo, pues entiende que las diferentes miradas enriquecen al quehacer grupal.
Utiliza diferentes, dispositivos, técnicas, disparadores, herramientas adquiridas a través de su aprendizaje y especialización en el rol, que son operativas y disparadoras para abordar las posibles problemáticas subyacentes, poder elaborarlas y modificarlas incidiendo directamente en las conductas y comportamientos de los sujetos (actores sociales) involucrados en el mismo.
5) ¿ Cómo consideras el rol de Operador en Psicología Social y cómo su inserción laboral ?
Considero al rol de Operador en Psicología Social, sumamente importante y necesario para la obtención de cambios y modificaciones en el campo donde se desee intervenir, en sus actores sociales y en el contexto con el cual interactúen.
Lamentablemente todos sabemos que existen otros interereses por parte de otros profesionales Psicólogos y/o Lic. en Psicología que temen por la invasión de sus campos de incumbencias, y en muchos casos desacreditan por miedo o desconocimiento, la tarea del Operador en Psicología Social, por lo cual se hace muy dificultosa en la actualidad la inserción laboral del Operador en Psicología Social, dado que estos profesionales abarcan y toman con total naturalidad e inexperiencia campos grupales de intervención para los cuales nosotros desarrollamos capacidades específicas y prioritarias, que ellos no poseen desde lo grupal; como así tampoco nosotros no poseemos desde lo individual.Y en este sentido, hace poco tiempo experimenté en carne propia, asistir a la postulación de un aviso clasificado del diario La Nueva Provincia, en el cual solicitaban la cobertura de dos cargos para el Hospital Municipal Secretaría de Salud Bahía Blanca, de " Psicología Social y Comunitaria " (pensé para mis adentros...." al fin !!!! trabajo para nosotros !!!", y al presentarme personalmente me informaron que requerían para ocupar dichos cargos, el título de Licenciado en Psicología de manera excluyente, le pregunté al entrevistador si conocía la diferencia de las tareas que desarrollaba un Psicólogo Social a un Lic.en Psicología, y ovbiamente me contestó que no y que la disposición de las características para ocupar lo cargos venían desde el Gobierno Municipal....., simplemente no se me ocurrió otra cosa que contestarle .... "....por suerte tengo trabajo...." y me retire, pero no sin un sabor muy amargo.
Considero acá, que deberíamos trabajar mucho con los Psicólogos, Licenciados en Psicología, Psicopedagogos; habilitando espacios de diálogo y respeto, en el sentido de informarles y demostrarles en la práctica, que nuestros roles son muy diferentes pero también complementarios, constituyendo equipos técnicos con ellos y otros profesionales de la salud, insertándonos poco a poco desde la praxis a los distintos ambientes y campos donde ellos actualmente se desenvuelven (hospitales, clínicas, sanatorios, salas médicas, municipios, clubes, sociedades de fomento, ONGs, escuelas, empresas, etc.)
6) ¿ Qué teorías aportan a la disciplina Psicología Social ? ¿ Existen nuevas tendencias o se han modificado viejos enunciados ?
Como disciplina que prioriza una mirada amplia del sujeto que es productor y producido de la realidad social que lo envuelve, no podemos descartar ninguna teoría que afecte a esa "realidad social", por lo cual el aporte de otras teorías es muy válido al momento de analizar el contexto e investigar las consecuencias del mismo.
Sí existen nuevas tendencias, y también se han modificado viejos enunciados, y sobre esto va la mayor enseñanza y riqueza del fundador de nuestra disciplina, el Dr. Enrique Pichón Riviere, no podría ser de otra manera en cuanto a la "adaptación activa a la realidad"; siempre mirando el enunciado que habla de un sujeto productor y producido por la realidad social que lo rodea, de un sujeto que no vive solo, y que interactúa con otros sujetos permanentemente y a lo largo de toda su vida en los diferentes ámbitos, y que su conducta y comportamiento modifica al entorno y es modificado por el mismo inacabadamente.
7) ¿ Cómo conceptualizamos el ser Operador en Psicología Social ?
Se trata de un "agente de cambio" que inside y modifica la conducta y comportamientos humanos, brindando distintas y diferentes herramientas facilitadoras para los sujetos intervinientes obtengan un mayor acercamiento a la adaptación activa a la realidad que los rodea en cada aquí y ahora.
8) ¿ Qué es lo psico-social ?
En un mundo cada vez más cambiante y vertiginoso, en el cual todo ser humano participa de una manera u otra con todo su "ser y aparato psico-social", lo psico-social no es nada más ni nada menos que lo que nos ofrece cada individuo que trae su propia historia genético constitucional heredada (psiquis) y modificada por su realidad social (contexto en el cual se desarrolla) en permanente adaptación a los constantes cambios, debatiéndose indefectiblemente dentro de los parámetros de salud y enfermedad, manifiestos a través de la conducta y comportamiento humanos. Podríamos definir lo "psico-social" como a todas aquellas manifestaciones de la conducta humana interactuando en cada contexto histórico que lo atraviesa, considerando todas las variables que inciden en cada contexto; cada hombre con todo su bajage genético, histórico constitucional en interacción permanente con otros hombres e instituciones con todo su bajage genético, historico constitucional.
Sergio A. Leguizamón.
¿QUÉ SON LOS PSICÓLOGOS SOCIALES?. Alejandro Simonetti. 5 enero 2003.1. ¿Qué dice la palabra misma?.Psicólogo, por su origen etimológico, es un estudioso (logos, palabra, sentido, estudio) de la psiquis, en sentido general la interioridad de las personas, sus representaciones, sentimientos y tomas de posición. Y lo social es el ámbito de los que "van juntos", procedente de una raíz que significa seguirse, asociarse, convivir. Un psicólogo social, desde estas dos raíces, sería alguien que estudia el funcionamiento del psiquismo en las interacciones de la convivencia.En el habla popular argentina, la palabra psicólogo, dentro de mi muestra de observables, está orientada, más que al simple estudio del psiquismo, al estudio y tratamiento de la locura: "¿porqué me decís que tengo que consultar a un psicólogo: pensás que estoy loco". 2. PERSPECTIVA MÉDICA. En una encuesta callejera hecha por la Asociación de Psicólogos Sociales de la República Argentina y contenida en un video que se proyectó en el Primer Congreso de Psicólogos Sociales realizado en Buenos Aires, un hombre interrogado sobre qué son los psicólogos sociales, responde: "no sé, pero harían mucha falta en la empresa donde trabajo". No sé, es decir, no manejo una definición de uso social sobre ese oficio o profesión pero, por lo que las palabras me dicen, me imagino una función que sería útil en el lugar donde trabajo. A mi vez, yo me imagino que ese señor pensaría que un psicólogo social estaría en condiciones de estudiar y tratar las presuntas locuras que hacen difícil la convivencia en algunos lugares de trabajo. Supongo que es una aplicación del concepto de médico, alguien que conoce el proceso de enfermarse y el arte de curar las enfermedades, a las locuras de la vida de convivencia, por ejemplo, la convivencia laboral, como enfermedades que necesitan diagnóstico y tratamiento. Alguien externo que se da cuenta de lo que anda mal y aplica una tecnología de remedios o consejos para curar esas enfermedades. Es probable que algo de esa perspectiva médica esté presente en las primeras formulaciones de Enrique Pichon Rivière, que introduce o al menos difunde la concepción del psicólogo social como "sociatra", médico de las enfermedades sociales, "agente corrector" de los procesos vinculares disfuncionales, promotor del "cambio social planificado" desde una perspectiva de lectura de las interacciones desde "la relación dialéctica entre la fantasía inconsciente y la estructura social, asentada en la necesidad".Una perspectiva claramente clínica, en el sentido etimológico de cliné, cama, inclinarse, atender al que está enfermo en la cama. Las disfunciones en las interacciones y en los vínculos resultantes de ellas son vistos como desviaciones de lo que sería una línea correcta, conductas o relaciones desviadas de cierto modelo de salud. Por supuesto que la visión intensamente antropológica de Pichon no erige los modelos de salud como verdades inapelables derivadas de alguna inmóvil naturaleza humana, sino que tiende a sustituir el criterio de verdad, en el que la desviación lo sería de alguna verdad humana absoluta, por un criterio de operatividad, en el que la respuesta, el emergente, de la realidad humana a la intervención interpretativa del psicólogo social, demostraría su acierto o desacierto de acuerdo a su efecto saludable o contraproducente. Pero el criterio de operatividad deja en pie el problema del modelo respecto al cual una respuesta del otro a la intervención será considerada saludable o enferma. En otros lugares de su producción, Pichon vuelve al criterio de verdad al hablar de "la objetividad creciente" que buscan las sucesivas unidades de trabajo, proceso en el que cada diagnóstico, fruto de la observación de la realidad modificada por la intervención anterior, intenta una representación más adecuada a la realidad del objeto (el paciente, la persona en problemas, el grupo, organización o comunidad que manifiesta una conducta disfuncional) que permita una operación más eficiente en base a una mejor percepción del objeto.Creo que los psicólogos sociales fueron pensados por Pichon desde esta perspectiva fundamentalmente médica de los procesos sociales. Debo a Osvaldo Bonano el descubrimiento de este sesgo profundamente insertada en la mirada aprendida en nuestra formación. Y compartí con Alfredo Moffat y Carlos Sica el proceso de llevar esta perspectiva hasta sus últimas consecuencias. Los psicólogos sociales son comparados, o lo fueron en su momento, por Alfredo Moffat, a los médicos descalzos chinos, que recorren las comunas revisando a los que sufren alguna dolencia, curando las patologías que están a su alcance con métodos naturales como las hierbas o la acupuntura y derivando a los hospitales de las ciudades las enfermedades que requieren tratamientos más complejos. Los psicólogos sociales serían, en esta concepción, médicos descalzos argentinos en el ámbito de la salud mental, con todas las ventajas que comporta esta distribución popular del saber, en el que se pone a disposición de la multitud un servicio de salud cuyos prestadores pueden ser formados con medios económicos infinitamente menores a los que requiere la formación de un médico o un psicólogo universitario. Algo así como paramédicos o enfermeros con capacidad de operación independiente dentro de ciertos límites. La idea no me parece desdeñable y la medicina y la psicología, en sus estadios de previsión sanitaria y salud pública, deberían pensar en una formación de este tipo, para multiplicar los efectos de la acción de médicos y psicólogos universitarios. Es decir que, si no son los psicólogos sociales los que desempeñan esta función, es necesario formar personas que la cumplan. 3. PERIPECIAS HISTÓRICAS DE LA CARRERA DE PSICOLOGÍA SOCIAL. Pero, claro, una cosa es la historia original y otro el proceso que va teniendo una idea en su aplicación social a través del tiempo.Lo que para Pichon fue una formación complementaria de médicos y psicólogos para integrar el interjuego fantasía inconsciente-estructura social en sus diagnósticos y tratamientos se convirtió, en la propia práctica educativa de Pichon en su Escuela de Psiquiatría Social primero y Psicología Social después, en una formación básica que podían incorporar todo tipo de operadores en el campo social, maestros, trabajadores sociales, directivos de empresas y finalmente trabajadores de todos los ámbitos que quisieran aprender a trabajar en el campo de las interacciones y los vínculos, desde el juego recíproco de las estructuras psíquicas y sociales.Ya en vida de Pichon, en el caso del Instituto de Ciencias de la Información, las Escuelas de Tucumán y de Rosario y el instituto Goecro, pero especialmente después de su muerte, la Primera Escuela, fundada por Pichon, perdió la exclusividad de la formación de Psicólogos Sociales y nacieron Escuelas de Psicología Social en múltiples localidades del Gran Buenos Aires, primero como filiales de la Primera Escuela, supervisadas académicamente por la Directora de ésta y después como organizaciones independientes que no daban cuenta a nadie de su orientación y variadas definiciones de la Psicología Social y el Psicólogo Social.Hasta que, en las Escuelas de Psicología Social de Castelar y de Quilmes y posteriormente en muchas otras de la Provincia de Buenos Aires y ciudad de Buenos Aires, emergió la novedad de inscribir a las Escuelas como Institutos de Formación Terciaria, haciendo aprobar los programas formativos como carrera oficial terciaria no universitaria, otorgando el título de Operador en Psicología Social en la Provincia y de Técnico Superior en Análisis Psicosocial en Grupos, Organizaciones y Comunidades, en la ciudad de Buenos Aires.Algunas Escuelas permanecieron al margen de este proceso y continúan ofreciendo su formación como privada, dando a sus egresados el certificado de estudios que acredita haber cursado estudios de Psicología Social lo que, en el sistema educativo argentino, equivale al nivel de academia, como puede darlo una academia de peinado o pedicuría.Ahora parece ofensiva la comparación, pero esa era la situación normal que aceptábamos los psicólogos sociales hasta el año 1996, en que egresaron los primeros Operadores en Psicología Social y hasta 1997, en que los primeros psicólogos sociales con título privado terminamos el curso de dos años por el que la Dirección de Enseñanza Privada nos permitió recursar en forma abreviada la carrera privada cursada en cinco años.Este nuevo curso de la formación en Psicología Social dio lugar a acaloradas discusiones entre los propulsores de la oficialización de la carrera y Psicólogos Sociales y organizaciones (APSRA ente ellas) que no consideraban válido el atajo formal tomado por algunas Escuelas y levantaban consignas de lucha por una oficialización del título que no pasara por volver a cursar la carrera, ni siquiera en forma abreviada. Dentro de la discusión se incluía también la acusación de traicionar la propuesta de Pichon, sometiendo a los alumnos a un régimen de evaluaciones y calificaciones ajeno a los postulados considerados como "pichonianos", presunta traición didáctica que ocultaría una traición ideológica a la concepción misma del sentido de la Psicología Social propuesto por Pichon. 4. PROYECTO DE LEY DEL PSICÓLOGO SOCIAL.Años antes de este debate, el ámbito de la Psicología Social había sido agitado por una iniciativa de la Asociación de Psicólogos Sociales que presentó a la Cámara de Diputados un proyecto de Ley de ejercicio de la Psicología Social, que intentaba formalizarla como carrera universitaria y que, entre otras cosas, legislaba que la formación que se daría en los institutos habilitados para otorgar títulos de Psicólogo Social, debería fundamentarse en el pensamiento de Enrique Pichon Rivière, lo que implicaba someter a los ciudadanos que cursaran esa carrera a la formación en un pensamiento único, criterio anticonstitucional y fascista si los hay, que seguramente hubiera repudiado Pichon.La acción de los Colegios de Psicólogos en la Comisión de Asuntos Constitucionales, si no me equivoco, de la Cámara de Diputados, que objetaron la coherencia del proyecto presentado con la recientemente promulgada Ley de Ejercicio de la Psicología, borró toda posibilidad de que el proyecto fuera tratado en la Cámara. Y en mi opinión, el tema desató la animadversión de esas entidades que, desde entonces, desataron una intensa campaña de desprestigio de los psicólogos sociales como incursos, por el solo uso de esas palabras en los delitos de ejercicio ilegal de la psicología y usurpación de títulos y honores. Los Colegios presentaron múltiples demandas judiciales contra psicólogos sociales, contra institutos de Psicología Social y contra la repartición oficial de la Provincia que aprobó la carrera de Operador en Psicología Social. Ninguno de estos juicios tuvo sentencia favorable pero crearon un evidente clima social de hostigamiento. 5. EL USO DE LA PALABRA PSICÓLOGO. En una reunión de ese tiempo de APSRA y ATEPS, Asociación de trabajadores y estudiantes de Psicología Social, organización nacida reactivamente en la Primera Escuela de Psicología Social, presidida entonces por la Directora y propietaria de la Primera Escuela, escuché a Ana Quiroga comunicarnos que, de acuerdo a la Ley de Ejercicio de la Psicología, era ilegal asumir el título de Psicólogo Social si no se habían completado estudios en institutos universitarios autorizados por dicha ley, afirmación que resultó ofensiva para muchos psicólogos sociales que otorgaban más valor a su íntima convicción vocacional que a una ley de la Nación.La Primera Escuela realizó trámites paralelos a las de las Escuelas del Gran Buenos Aires y oficializó en la Ciudad de Buenos Aires, en años posteriores, la carrera de Técnico Superior en Análisis Psicosocial, etc., con título intermedio de Técnico en Comunicación y Análisis Grupal, si no me traiciona la memoria. 6. LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA SOCIAL.La Escuela de Psicología Social del Sur hizo posteriormente un convenio con la Universidad Privada Caece, por el que los egresados de la carrera terciaria de Psicología Social podían recibir, con un complemento de cuatro cuatrimestres, el título de Licenciados en Psicología Social.En el año 2001 egresó la primera camada de Licenciados y hubo posteriores intentos frustrados, por parte de algunas Escuelas y de la Asociación de Psicólogos Sociales de la República Argentina, para establecer convenios similares con Universidades Públicas del país, que permitieran una cursada de la licenciatura menos onerosa económicamente. Y en APSRA no dejó nunca de hablarse de una posibilidad de oficialización del título que no pasara por una recursada abreviada de la carrera. 7. CARRERA TERCIARIA DE CUATRO AÑOS. Actualmente, las Escuelas de la Provincia de Buenos Aires que dictan la carrera en cinco años, intentan hacer aprobar una resolución de la Dirección de Enseñanza Privada que reduzca la carrera a cuatro años, duración más adecuada a una carrera terciaria, pero se encuentran con el obstáculo de una decisión judicial de no innovar, ante una acción interpuesta por el Colegio de Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires, que demanda a la Dirección por haber aprobado una carrera que incluya la palabra Psicología, según ella reservada exclusivamente para el título de los Psicólogos universitarios de acuerdo a la Ley de Ejercicio de la Psicología. 8. PERO, ¿QUÉ SON LOS PSICÓLOGOS SOCIALES?: SUPERANDO EL PUNTO DE VISTA MÉDICO.Estos trámites y debates acerca de lo formal, demoraron, en mi opinión, la discusión acerca del servicio específico que intenta brindar a la población, a través de sus egresados, la carrera de Psicología Social.Comparto la crítica que hace Osvaldo Bonano a la concepción médica, curativa de las disfuncionalidades sociales, que constituyó la infraestructura formativa de nuestra carrera.La explotación del hombre por el hombre, la desocupación y la exclusión social, la dictadura y los métodos represivos, la invasión territorial y la colonización económica y cultural, etc. serían vistos, desde esta perspectiva, como "enfermedades sociales" que requerirían tratamientos curativos que restablecieran la salud social, que sería posteriormente asegurada con procedimientos de prevención de la salud. Esta concepción desconoce la originalidad de los hechos sociales, resultantes no sólo de las carencias de la salud mental de los actores que intervienen en ellos, sino de las luchas concretas por la apropiación de los excedentes económicos y la confrontación de poderes sectoriales, en el plano político y cultural, que intentan imponerse unos sobre otros.Estas confrontaciones de poderes, más allá de toda lectura ideológica de los acontecimientos, son causas conjuntas, en cualquier interpretación científica de los datos, de miles de millones de muertes, enfermedades, depredaciones ecológicas, peligros inmediatos y remotos de destrucción del medio ambiente y todo tipo de degradaciones de la convivencia humana.Más allá de la infinita pluralidad de preceptos morales en las diferentes culturas y construcciones sociales de la realidad, las poblaciones del mundo, a través de sus Estados, convergen en un ideario ético formulado en los derechos universales del hombre en múltiples declaraciones y acuerdos de vigencia normativa, aunque no de cumplimiento efectivo, en todo el planeta.Estos acuerdos éticos, que intentarían establecerse sobre la base del principio de realidad que organiza al yo y no sobre los impulsos indiscriminados del ello, regido por el principio de placer, ni sobre las exigencias crueles y represivas del Superyó, pondrían los límites de la convivencia humana en todas las áreas, dentro de las cuales la especie intentaría solucionar sus problemas de supervivencia y convivencia.En orden a esos derechos universales a vivir, a educarse, a tener ingresos, vivienda digna, autodeterminación económica, política, cultural, etc., los Estados en sus diversos poderes y niveles, legislan las condiciones de prestación de servicios específicos a la población, como la profesión de médico para el cuidado, reparación y prevención de la salud, la de abogado para la defensa en juicio, etc., para garantizar el respeto de los derechos de prestadores y usuarios y los deberes profesionales que regulan la prestación de cada servicio.Dentro de esta pluralidad de servicios, ¿cuál será la especificidad el servicio que prestamos los Operadores en Psicología Social, Técnicos en Análisis Psicosocial, Psicólogos Sociales o como queramos o podamos llamarnos?. 9. LO QUE DEFINE LA INCUMBENCIA NO ES EL ÁREA DE TRABAJO.Pienso que lo que define nuestra incumbencia no es el área de trabajo, ya que nos encontramos con operadores de todas las ciencias sociales en todas las áreas, en el área de la educación, del trabajo, de la salud, de la recreación, de la política, etc. 10. LO QUE DEFINE LA INCUMBENCIA NO ES EL ÁMBITO DE TRABAJO.Tampoco lo es el ámbito: mi experiencia de trabajo psicosocial me muestra que desempeñé mis funciones de operador psicosocial en el ámbito interpersonal, en entrevistas con una sola persona, en el ámbito grupal, coordinando grupos, en el ámbito organizacional, dentro de una empresa o una organización de la comunidad y en el ámbito comunitario, operando en distintos niveles del Estado o en medios de comunicación masivos. En todos estos ámbitos me encontré con médicos, sociólogos, psicólogos, economistas, antropólogos, abogados, etc, que ejercían en ellos funciones más o menos claramente diferenciadas de las mías. En los casos en que compartí con ellos equipos interdisciplinarios, me di cuenta de que más allá de las especificidades de los certificados de estudios, lo que organizaba nuestro trabajo era el campo de problemáticas que se desplegaba ante nosotros, en el que tratábamos de construir diagnósticos y dispositivos de solución de problemas más complejos y ricos cuanto más combinábamos en ellos todo el instrumental recibido en nuestras múltiples formaciones. 11. LO QUE DEFINE LA INCUMBENCIA NO SON LAS COMPETENCIAS OPERACIONALES.Pero, en la búsqueda de diferencias específicas en lo que aportaba cada uno, tampoco eran las competencias operacionales las que nos diferenciaban: he visto psicólogos y trabajadores sociales coordinando grupos, realizando entrevistas o asesorando organizaciones o comunidades con tanta o mayor competencia que la mía. En nuestras carreras o en formaciones complementarias, todos habíamos aprendido algunos "saber hacer" que nos servían para prestar con más eficiencia nuestro servicios. He visto psicólogos sociales que se alegraban de que en algunas Facultades de Psicología no se les diera a los estudiantes instrumental teórico y técnico sobre dinámica grupal, lo que ocasiona que la mayoría de los profesionales formados en esas condiciones, si no han hecho una especialización complementaria en el tema, se sientan desinstrumentados cuando deben operar en ámbitos grupales. Esta carencia los obliga algunas veces a pedir el complemento técnico de operadores psicosociales que les aportan su formación y experiencia en el tema. Siempre consideré una falta de grandeza ese alegrarse de las carencias del otro que me da circunstancialmente trabajo. Como ciudadano, espero de las Facultades de Psicología, especialmente de las correspondientes a Universidades que pagamos entre todos con nuestros impuestos directos e indirectos, formen psicólogos universitarios iniciados en todos los campos de la universalidad del saber psicológico, incluidos todas las áreas y ámbitos de las interacciones humanas. Pienso que psicólogos universitarios mejor formados apreciarán mejor el aporte específico que podemos dar los técnicos psicosociales y contextuar nuestras tareas en una percepción más amplia de lo psíquico. Del mismo modo, en futuros equipos interdisciplinarios de nivel universitario, podrán complementarse mejor con nuestros recientes egresados universitarios psicosociales. 12. LO QUE DEFINE LA INCUMBENCIA ES LA ESPECIFICIDAD DEL PUNTO DE VISTA.¿Qué es entonces lo que diferencia específicamente lo que yo hago, en las áreas y ámbitos en los que trabajo, de lo que lo que hacen los otros profesionales?.Creo que la diferencia la da la perspectiva, el punto de vista que organiza la tarea, cualquiera que ella sea.Mirando el mismo local de trabajo de un grupo de empleados administrativos, un médico está viendo la proporción entre el cubaje de aire disponible y los requerimientos respiratorios de las personas o los efectos del trabajo sobre sus sistemas circulatorios, un psicólogo estará infiriendo la incidencia del tipo de trabajo que están realizando sobre la evolución de sus psiquismos individuales y sobre sus interacciones, un antropólogo percibirá la manera cultural con que se prescriben las modalidades de las interacciones y los organizadores culturales con los que chocan esas prescripciones y un sociólogo estudiará la relación entre el trabajo de ese grupo con las tendencias laborales del tiempo y la zona.¿Qué miraré yo y que incidencias tendrá esa mirada sobre el servicio que podré prestar en ese campo?.Junto al psicólogo en su dimensión social, trataré de entender la incidencia de esa tarea concreta sobre las interacciones de los empleados y directivos y como el antropólogo y el sociólogo trataré de contextuar esas conductas en un tiempo histórico determinado, para comprender con objetividad creciente su policausalidad. De haber en el equipo que trabaja en ese campo un profesional de las ciencias sociales que lo mira desde su perspectiva específica, un técnico en psicología social será un auxiliar natural de esa mirada, aportando interioridad al sociólogo o exterioridad al psicólogo. Y en determinadas tareas que no requieran inevitablemente un profesional universitario, operará independientemente desde su formación específica tratando de diagnosticar el juego de estructuras psíquicas y sociales que facilita u obstaculiza la realización de esa tarea concreta en la que trabajo y creando, promoviendo o acompañando espacios de elaboración de ese juego.Donde haya una tarea que realizar y sentimientos o ideologías que la facilitan u obstaculizan, ahí puede prestar sus servicios un operador psicosocial, experto en colaborar al diagnóstico participativo de las situaciones y al diseño participativo de dispositivos operativos para desarrollar tareas.13. FORMAR A LOS FUTUROS OPERADORES PSICOSOCIALES EN LA ELECCIÓN DEL CAMPO DE TRABAJO EN BASE A LAS NECESIDADES DE LA POBLACIÓN A LA QUE SE DIRIGEN.Por eso, cuando me toca formar futuros operadores psicosociales para elegir su campo de trabajo, les sugiero que no se pregunten dónde es demandado un operador psicosocial, sino que estudien el campo que los rodea y traten de percibir qué servicios se necesitan o desean y qué tareas pueden necesitar espacios de elaboración en los que un operador psicosocial pueda prestar la colaboración de sus instrumentos diagnósticos y operativos.En un grupo del último año de la carrera de Psicología Social, recuerdo un equipo circunstancial de la localidad de Campana que se preguntaba qué hacía falta en Campana. Descubrieron que no había personas capacitadas para acompañar enfermos cuando los parientes no podían prestar ese servicio. Cuando hacían falta esos acompañamientos, las familias debían traer personas de otras localidades, con el consiguiente aumento de los honorarios por los desplazamientos. Los tres futuros operadores psicosociales decidieron que se trataba de un servicio al alcance de sus posibilidades y que podía ser prestado con las ventajas comparativas de la formación de un operador psicosocial, con la sola necesidad de una breve formación específica en las peculiaridades de la condición del enfermo y su familia, pero aplicando las generalidades psicosociales sobre el interjuego entre lo interno y lo externo, las representaciones de mente, cuerpo y mundo, la incidencia recíproca del enfermo y su familia y la contextualización de la enfermedad en los organizadores culturales locales, etc. Si el servicio tenía demanda, probablemente haría falta posteriormente formar a otras personas para prestarlo y darles la capacitación y supervisión que necesitaran para ejercerlo eficazmente.Esto daría lugar a largo plazo a la creación de un centro para esos servicios, en los que los operadores psicosociales ejercerían sus tareas dentro de un servicio necesitado por esa población en ese momento.El hecho de ser un servicio necesitado y querido hace posible la remuneración del trabajo: se cobra un servicio que hace falta, no hace falta convencer al usuario de que pague un servicio que no tiene la menor idea de que le puede ser útil.No cualquier tarea puede ser desarrollada por un equipo de operadores psicosociales: algunas porque requieren una especialización excesivamente lejana de la formación psicosocial, otras porque pueden tener contraindicaciones desde la ética o la orientación ideológica de los operadores o son especialmente contrarias a sus inclinaciones laborales. Pero, después de relevados los servicios necesarios en determinado tiempo y lugar y descartados los no pertinentes a la formación, la ética, la ideología y las preferencias, quedará un campo de posibilidades entre las cuales será más operativo elegir que orientándose inicialmente desde la imaginación y el deseo de los operadores. 14. MI PROPUESTA NO PRETENDE SER UN CAMINO ÚNICO.Por supuesto que esta actividad autónoma no es la única vía de ejercicio de la profesión de operador psicosocial: en el mismo grupo, una alumna que desarrollaba su tarea de pasantía en una cárcel modelo, a través de un grupo de reflexión para los internos, esbozó como posibilidad continuar ejerciendo esta tarea en forma remunerada, como un curso de aprendizaje de convivencia.Es un detalle histórico interesante que, al año siguiente, ante el requerimiento de las autoridades para que continuara sus actividades, dado lo útiles que habían resultado para los internos, la nueva operadora psicosocial se negó a hacerlo en forma benéfica, recibiendo la respuesta de que la institución no tenía previsto remuneraciones para ese tipo de actividades.Ese es el momento en que es puesta a prueba la capacidad de espera del operador psicosocial y su discernimiento para tomar su actividad como un servicio, que en principio debe ser prestado a cambio de una contraprestación, o como una militancia gratuita que lo obligará a satisfacer sus necesidades vitales a través de otras actividades.La reciente egresada supo esperar, porque no siempre es uno el que puede inventar el camino a través del cual su trabajo puede ser remunerado.Al cabo de unos meses, el instituto penitenciario se comunicó con ella para decirle que había encontrado una solución. Su actividad podía ser remunerada como hora de cátedra en el colegio secundario que funcionaba en la organización. El problema formal de que ella no contaba con habilitación para ejercer la docencia, se solucionó fácilmente porque estaba previsto que en ese tipo de instituciones, dada la escasa oferta, podían cumplir funciones personas idóneas en determinadas funciones docentes, aunque no contaran con título habilitante.No sé si sus compañeros del último año llevaron a la práctica el proyecto esbozado en el simulacro didáctico de elección de campo, pero la pluralidad de ambas formas de inserción en el campo laboral muestra que, una vez definido el punto de vista desde el cual el operador psicosocial colaborará en una u otra actividad de la vida cotidiana de la población y su conceptualización como trabajo de servicio que debe ser remunerado, no es definitorio cuál sea el tipo de esa actividad ni el área, ámbito o contexto institucional en que se desarrolle ni la forma que se encuentre para la remuneración del trabajo. Otra ex alumna que, como trabajo del curso de oficialización del título, coordinaba un grupo de mujeres de una Sociedad de Fomento de una villa miseria en que se desarrollaba una actividad de trueque, acordó con la dirección de la organización que, una vez terminado el trabajo como practicante, continuaría prestando sus servicios a cambio de una remuneración en créditos del trueque.Otros operadores psicosociales presentan proyectos operativos a organizaciones públicas o privadas en condiciones de contratar sus servicios, otros incorporan su instrumental específico como complemento para el ejercicio de sus funciones como directoras de escuelas, docentes, terapeutas con título habilitante y hasta algunos, con formación y experiencia docente, ejercen funciones de docentes, coordinadores y supervisores en Escuelas de Psicología Social.Toda forma de inserción laboral es válida en mi opinión, mientras la tarea se ejerza desde el punto de vista de la Psicología Social y dentro de los límites éticos universales e ideológicos individuales del operador y la cultura, necesidades y opciones de la población del lugar en que se trabaja.
Piqueteros.

ENTREVISTA a MARISTELLA SVAMPA, SOCIOLOGA
“Vamos al endurecimiento del contexto represivo”
Investigadora del fenómeno piquetero, alerta sobre “la campaña que han montado la derecha y varios medios para instalar la imagen de una democracia jaqueada por los piqueteros”. Opina que es imposible resolver la tensión de las organizaciones piqueteras con el Estado sin salir del modelo neoliberal.
Por Irina Hauser
Maristella Svampa, socióloga, cree que hay una campaña que estigmatiza y simplifica al fenómeno piquetero con mala fe. Las clases medias, dice, encuentran en los desocupados organizados el fantasma de la decadencia. Autora, con Sebastián Pereyra, del libro Entre la ruta y el barrio, busca dar a conocer el trabajo comunitario y la dinámica asamblearia de muchos grupos piqueteros que hoy son minimizados. Svampa integra, además, la Red de Intelectuales, Artistas y Académicos (RIAA), autoconvocados este año ante las reiteradas respuestas represivas a los movimientos sociales. Alerta sobre un escenario de represión creciente a los piqueteros. –¿A qué se refiere cuando habla de un discurso simplificador? –Me parece inquietante la campaña que se ha montado desde varios medios y sectores políticos de derecha que intentan instalar la imagen de una democracia jaqueada por los piqueteros. Hay que dar vuelta el argumento: veinte años de democracia han dado cuenta de un despojo de derechos que la protesta piquetera vino a poner de manifiesto. –¿La represión a los piqueteros, que la semana pasada volvió en Neuquén, es una política nacional o de gobiernos y policías provinciales? El Ejecutivo hizo esa distinción. –Hay una lógica de acción provincial, más aún en un contexto de puja entre corrientes peronistas. Dentro del gobierno nacional, que no es un todo unívoco, hay diversas estrategias. Pero creo que se perfila un endurecimiento. El Gobierno parecía tener la intención de “encauzar” la protesta con poco para ofrecer: subsidios, favoritismo con los piqueteros más ligados a él y reactivando, al menos hasta hace un tiempo, el imaginario peronista de recomposición del campo popular con bases sociales movilizadas. Pero es imposible integrar o contener a los piqueteros sin abandonar el modelo neoliberal. –¿Cómo interpreta la diferenciación que ha hecho el Gobierno entre una protesta “legítima” y otra “politizada”? –Es falsa y aparece en todos los gobiernos. Al no responder a la demanda de trabajo, corren el eje y estigmatizan la protesta. Hay mala fe en esto. –¿Se imagina alguna salida? –Mi pronóstico es pesimista. Creo que nos encaminamos al endurecimiento del contexto represivo si no hay un replanteo del modelo económico, y peor si el movimiento piquetero queda aislado. Hay sectores altamente movilizados y, a la vez, una progresiva derechización. La relación entre las organizaciones piqueteras y el Estado es de extrema tensión y se complejiza ante la gran fragmentación que hay en los desocupados.–¿Por qué se elige estigmatizar a los piqueteros? –Eso se origina una demanda de “normalidad institucional” que recorre a ciertos sectores e involucra una peligrosa simplificación de los fenómenos sociales. El movimiento piquetero aparece como una alteridad amenazante, lo anormal, en la cual se proyecta el fantasma de la decadencia social. El ministro Aníbal Fernández mostró lo más oscuro de esa noción al decir, con un término irritante en este país, que los piqueteros deben “desaparecer”.–¿Qué involucra ese reclamo de normalidad institucional? –En el imaginario de las clases medias argentinas implica, además de integración social y transparencia, la idea de retorno a condiciones de vida perdidas. Pero hay que hacerse cargo: esta sociedad tendrá altos índices de desocupación y no volveremos a ser lo que éramos. Es positivo que los desocupados estén organizados y es un error deslegitimarlos, requieren apoyo de las clases medias y otros sectores políticos. –¿Y qué quedó de la consigna “piquete y cacerola, la lucha es una sola”? –Fue un momento de resonancia entre las clases medias y los sectores populares organizados, con un punto de inflexión en una marcha de 2002 en la que los piqueteros fueron recibidos por los comerciantes de Liniers y otro en la movilización por la represión del 26 de junio, cuando pese a las operaciones del Gobierno las clases medias salieron a la calle a repudiar el asesinato de Kosteki y Santillán. –Hoy se los muestra como sectores sociales enfrentados. ¿Por qué? –No es que estén enfrentados. Los piqueteros son desocupados organizados, actores políticos y sociales con exigencias. Su visibilidad sólo está garantizada por la protesta que, en forma de cortes de ruta, genera irritabilidad en los sectores que circulan en la ciudad. Y así aparecen las simplificaciones y comentarios de que no se sabe bien qué hacen con los planes sociales. Esto ocurre en una sociedad fragmentada, con universos autorreferenciales y clases medias muy ambivalentes. –¿Cómo evalúa usted la política de distribución de subsidios sociales? –Desde su origen los piqueteros demandaron trabajo. El gobierno menemista respondió con planes. Esa demanda se institucionalizó y da cuenta de las escasas posibilidades del modelo neoliberal de satisfacer el reclamo de trabajo. Hoy los planes son la única vía para la sobrevivencia. Ahora la política asistencial focalizada, de paliativos, es central en la relación con los sectores desfavorecidos, ya no se da vía sindicatos. Aun el Plan Jefas y Jefes consolida la política asistencial y, además, no es universal.–¿Qué consecuencias tiene esta preeminencia del asistencialismo? –El Estado neoliberal desarrolla estrategias de contención del conflicto social, sin que ninguna apunte verdaderamente a la integración o resolución de los reclamos. Y en la medida en que los sectores populares están cada vez más subsidiados queda abierta la puerta al clientelismo. –¿Asistencialismo y clientelismo siempre van de la mano? –No, hay que diferenciar entre quienes actúan como mediadores en la entrega de asistencia: una cosa es un agente de Cáritas, o las estructuras de punteros del PJ, otra son las organizaciones piqueteras. No comparten prácticas ni objetivos. Los piqueteros abrieron una brecha a través de la politización y la dinámica asamblearia. Muestran que es posible una reapropiación positiva de los subsidios, contra la teoría de monseñor Casaretto (titular de Cáritas) de que fomentan la vagancia. Han desarrollado un trabajo comunitario intenso y logrado cierta autonomía a partir del control de los recursos llevados al trabajo barrial y emprendimientos autogestivos productivos. Algunos replantean la cultura del trabajo. ¿Qué es esa cultura hoy, el trabajo flexible, el mal pago? Hablan de recuperarla con el desarrollo de la capacidad y la creatividad humana. –¿Qué propondría usted para replantear la cultura del trabajo? ¿Dejar de pagar planes, multiplicar proyectos comunitarios, por ejemplo? –Plantearía la cuestión en términos de derechos y el trabajo asalariado es uno de los fundamentales. Pienso en un ingreso universal ciudadano o una renta básica universal, que establezca un ingreso mínimo para toda la población desde donde se podría ejercer la ciudadanía hoy negada a un sector enorme. Es cierto que los planes sociales embarran esta posibilidad, pero también lo es que los piqueteros hacen esfuerzos por resignificarlos. –¿Todos grupos piqueteros se relacionan igual con los subsidios? –Muchos. Las diferencias entre organizaciones son de concepciones. Las autónomos, como el Movimiento Teresa Rodríguez, los MTD de la Aníbal Verón, hacen esfuerzos de democratización. La CCC también lo hace. Otros grupos, como la Federación de Tierra y Vivienda (FTV), de Luis D’Elía, y el Movimiento de Jubilados y Desocupados de Raúl Castells, tienen otro modelo de construcción política, con rasgos más movimientistas que asamblearios. –¿Qué más disputan entre sí los piqueteros? ¿La alta fragmentación es sólo por diferentes concepciones? –Siempre fue un movimiento muy heterogéneo. Las relaciones al interior fueron de negociación pero también de conflicto. Esto se expresó en dosasambleas piqueteras en 2001 que nuclearon a los grupos ligados a la matriz sindical (FTV y CCC), a los autónomos y a los ligados a partidos políticos. Ahí se vio la imposibilidad de articular una acción unitaria por los variados planteos estratégicos y por los diagnósticos que se hacían. No es un problema de planes sociales, eso cada uno lo negocia. –¿Qué papel le cabe al Gobierno en la división entre organizaciones? –Sin duda la alimenta, al desarrollar estrategias de cooptación, de negociación, estrategias que implican una amenaza de represión a través de la alusión al uso del Código Penal o la judicialización de la protesta. –¿Qué lectura hace usted de esas oscilaciones del Gobierno?–Les ocurre a todos los gobiernos en relación con los movimientos. Ahora veo una gran batería de estrategias en corto tiempo, hasta un intento por salir de la política represiva, pero con pocos recursos. Puestos de trabajo no hay. Los del Plan Manos a la Obra se ofrecen a los piqueteros afines. –Aun dentro de políticas cooptación y negociación, ¿los piqueteros pueden “utilizar” al Estado a su favor y sostener su identidad? –De hecho lo hicieron, al organizarse gracias a los recursos obtenidos. El desafío para ellos es consolidar el trabajo comunitario en barrios, profundizar la experiencia asamblearia y las de autogestión para potenciar la autonomía con respecto al Estado. Deberían abrir espacios de coordinación para atenuar la fragmentación y replantear los lazos con otros sectores sociales. El Gobierno, por su parte, debería salir de la matriz asistencialista y dar tratamiento al reclamo de derechos sin apelar a la estigmatización del fenómeno ni a la represión.
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Investigadora del fenómeno piquetero, alerta sobre “la campaña que han montado la derecha y varios medios para instalar la imagen de una democracia jaqueada por los piqueteros”. Opina que es imposible resolver la tensión de las organizaciones piqueteras con el Estado sin salir del modelo neoliberal.
Por Irina Hauser
Maristella Svampa, socióloga, cree que hay una campaña que estigmatiza y simplifica al fenómeno piquetero con mala fe. Las clases medias, dice, encuentran en los desocupados organizados el fantasma de la decadencia. Autora, con Sebastián Pereyra, del libro Entre la ruta y el barrio, busca dar a conocer el trabajo comunitario y la dinámica asamblearia de muchos grupos piqueteros que hoy son minimizados. Svampa integra, además, la Red de Intelectuales, Artistas y Académicos (RIAA), autoconvocados este año ante las reiteradas respuestas represivas a los movimientos sociales. Alerta sobre un escenario de represión creciente a los piqueteros. –¿A qué se refiere cuando habla de un discurso simplificador? –Me parece inquietante la campaña que se ha montado desde varios medios y sectores políticos de derecha que intentan instalar la imagen de una democracia jaqueada por los piqueteros. Hay que dar vuelta el argumento: veinte años de democracia han dado cuenta de un despojo de derechos que la protesta piquetera vino a poner de manifiesto. –¿La represión a los piqueteros, que la semana pasada volvió en Neuquén, es una política nacional o de gobiernos y policías provinciales? El Ejecutivo hizo esa distinción. –Hay una lógica de acción provincial, más aún en un contexto de puja entre corrientes peronistas. Dentro del gobierno nacional, que no es un todo unívoco, hay diversas estrategias. Pero creo que se perfila un endurecimiento. El Gobierno parecía tener la intención de “encauzar” la protesta con poco para ofrecer: subsidios, favoritismo con los piqueteros más ligados a él y reactivando, al menos hasta hace un tiempo, el imaginario peronista de recomposición del campo popular con bases sociales movilizadas. Pero es imposible integrar o contener a los piqueteros sin abandonar el modelo neoliberal. –¿Cómo interpreta la diferenciación que ha hecho el Gobierno entre una protesta “legítima” y otra “politizada”? –Es falsa y aparece en todos los gobiernos. Al no responder a la demanda de trabajo, corren el eje y estigmatizan la protesta. Hay mala fe en esto. –¿Se imagina alguna salida? –Mi pronóstico es pesimista. Creo que nos encaminamos al endurecimiento del contexto represivo si no hay un replanteo del modelo económico, y peor si el movimiento piquetero queda aislado. Hay sectores altamente movilizados y, a la vez, una progresiva derechización. La relación entre las organizaciones piqueteras y el Estado es de extrema tensión y se complejiza ante la gran fragmentación que hay en los desocupados.–¿Por qué se elige estigmatizar a los piqueteros? –Eso se origina una demanda de “normalidad institucional” que recorre a ciertos sectores e involucra una peligrosa simplificación de los fenómenos sociales. El movimiento piquetero aparece como una alteridad amenazante, lo anormal, en la cual se proyecta el fantasma de la decadencia social. El ministro Aníbal Fernández mostró lo más oscuro de esa noción al decir, con un término irritante en este país, que los piqueteros deben “desaparecer”.–¿Qué involucra ese reclamo de normalidad institucional? –En el imaginario de las clases medias argentinas implica, además de integración social y transparencia, la idea de retorno a condiciones de vida perdidas. Pero hay que hacerse cargo: esta sociedad tendrá altos índices de desocupación y no volveremos a ser lo que éramos. Es positivo que los desocupados estén organizados y es un error deslegitimarlos, requieren apoyo de las clases medias y otros sectores políticos. –¿Y qué quedó de la consigna “piquete y cacerola, la lucha es una sola”? –Fue un momento de resonancia entre las clases medias y los sectores populares organizados, con un punto de inflexión en una marcha de 2002 en la que los piqueteros fueron recibidos por los comerciantes de Liniers y otro en la movilización por la represión del 26 de junio, cuando pese a las operaciones del Gobierno las clases medias salieron a la calle a repudiar el asesinato de Kosteki y Santillán. –Hoy se los muestra como sectores sociales enfrentados. ¿Por qué? –No es que estén enfrentados. Los piqueteros son desocupados organizados, actores políticos y sociales con exigencias. Su visibilidad sólo está garantizada por la protesta que, en forma de cortes de ruta, genera irritabilidad en los sectores que circulan en la ciudad. Y así aparecen las simplificaciones y comentarios de que no se sabe bien qué hacen con los planes sociales. Esto ocurre en una sociedad fragmentada, con universos autorreferenciales y clases medias muy ambivalentes. –¿Cómo evalúa usted la política de distribución de subsidios sociales? –Desde su origen los piqueteros demandaron trabajo. El gobierno menemista respondió con planes. Esa demanda se institucionalizó y da cuenta de las escasas posibilidades del modelo neoliberal de satisfacer el reclamo de trabajo. Hoy los planes son la única vía para la sobrevivencia. Ahora la política asistencial focalizada, de paliativos, es central en la relación con los sectores desfavorecidos, ya no se da vía sindicatos. Aun el Plan Jefas y Jefes consolida la política asistencial y, además, no es universal.–¿Qué consecuencias tiene esta preeminencia del asistencialismo? –El Estado neoliberal desarrolla estrategias de contención del conflicto social, sin que ninguna apunte verdaderamente a la integración o resolución de los reclamos. Y en la medida en que los sectores populares están cada vez más subsidiados queda abierta la puerta al clientelismo. –¿Asistencialismo y clientelismo siempre van de la mano? –No, hay que diferenciar entre quienes actúan como mediadores en la entrega de asistencia: una cosa es un agente de Cáritas, o las estructuras de punteros del PJ, otra son las organizaciones piqueteras. No comparten prácticas ni objetivos. Los piqueteros abrieron una brecha a través de la politización y la dinámica asamblearia. Muestran que es posible una reapropiación positiva de los subsidios, contra la teoría de monseñor Casaretto (titular de Cáritas) de que fomentan la vagancia. Han desarrollado un trabajo comunitario intenso y logrado cierta autonomía a partir del control de los recursos llevados al trabajo barrial y emprendimientos autogestivos productivos. Algunos replantean la cultura del trabajo. ¿Qué es esa cultura hoy, el trabajo flexible, el mal pago? Hablan de recuperarla con el desarrollo de la capacidad y la creatividad humana. –¿Qué propondría usted para replantear la cultura del trabajo? ¿Dejar de pagar planes, multiplicar proyectos comunitarios, por ejemplo? –Plantearía la cuestión en términos de derechos y el trabajo asalariado es uno de los fundamentales. Pienso en un ingreso universal ciudadano o una renta básica universal, que establezca un ingreso mínimo para toda la población desde donde se podría ejercer la ciudadanía hoy negada a un sector enorme. Es cierto que los planes sociales embarran esta posibilidad, pero también lo es que los piqueteros hacen esfuerzos por resignificarlos. –¿Todos grupos piqueteros se relacionan igual con los subsidios? –Muchos. Las diferencias entre organizaciones son de concepciones. Las autónomos, como el Movimiento Teresa Rodríguez, los MTD de la Aníbal Verón, hacen esfuerzos de democratización. La CCC también lo hace. Otros grupos, como la Federación de Tierra y Vivienda (FTV), de Luis D’Elía, y el Movimiento de Jubilados y Desocupados de Raúl Castells, tienen otro modelo de construcción política, con rasgos más movimientistas que asamblearios. –¿Qué más disputan entre sí los piqueteros? ¿La alta fragmentación es sólo por diferentes concepciones? –Siempre fue un movimiento muy heterogéneo. Las relaciones al interior fueron de negociación pero también de conflicto. Esto se expresó en dosasambleas piqueteras en 2001 que nuclearon a los grupos ligados a la matriz sindical (FTV y CCC), a los autónomos y a los ligados a partidos políticos. Ahí se vio la imposibilidad de articular una acción unitaria por los variados planteos estratégicos y por los diagnósticos que se hacían. No es un problema de planes sociales, eso cada uno lo negocia. –¿Qué papel le cabe al Gobierno en la división entre organizaciones? –Sin duda la alimenta, al desarrollar estrategias de cooptación, de negociación, estrategias que implican una amenaza de represión a través de la alusión al uso del Código Penal o la judicialización de la protesta. –¿Qué lectura hace usted de esas oscilaciones del Gobierno?–Les ocurre a todos los gobiernos en relación con los movimientos. Ahora veo una gran batería de estrategias en corto tiempo, hasta un intento por salir de la política represiva, pero con pocos recursos. Puestos de trabajo no hay. Los del Plan Manos a la Obra se ofrecen a los piqueteros afines. –Aun dentro de políticas cooptación y negociación, ¿los piqueteros pueden “utilizar” al Estado a su favor y sostener su identidad? –De hecho lo hicieron, al organizarse gracias a los recursos obtenidos. El desafío para ellos es consolidar el trabajo comunitario en barrios, profundizar la experiencia asamblearia y las de autogestión para potenciar la autonomía con respecto al Estado. Deberían abrir espacios de coordinación para atenuar la fragmentación y replantear los lazos con otros sectores sociales. El Gobierno, por su parte, debería salir de la matriz asistencialista y dar tratamiento al reclamo de derechos sin apelar a la estigmatización del fenómeno ni a la represión.
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martes, 30 de octubre de 2007
de ARIEL a MARI, pedacitos de mailes
2003. Yo se que tu preferido es Tomas pero tenes que conocer a este pibito.
Vale es: hermoso, cariñoso, comprador, caradura, caprichoso, rompebolas, etc. etc., etc. Divino.
Además de trabajar, coordino el 5to año del Instituto, empecé a dar clases en 4to. año, estoy armando un proyecto para docentes y salió una posible propuesta de trabajo psicosocial que sería abordar el tema del Bourn Out (algo parecido al stress laboral) con choferes de colectivos. Esto último recién esta comenzando pero me atrae.
2003. Te cuento algo que quiero que sepas:
Angelita anda mal. Parece que el cambio de hogar la desmoronó.
Bueno, hermana. Si podés llamala, mandale una foto de Juanita o escribile. Vení pronto.
Un beso grande a las dos. Y al Negro también.
Mamá ya está en su nuevo hogar desde el miércoles 23 de Julio.
Se está adaptando y le cuesta. Ya empezó a romper las bolas con una enfemera. Papá estuvo el domingo con ella.
Te mandé los datos del geriátrico. Si podés llamala.
Acabo de mandar algo a La Letra. Espero que llegue bien.
Un beso.
Te manda un beso enorme un compañero tuyo de la secundaria: Tancredi. Resulta que el otro día a mi compañero y a mi nos para la policía en la calle, para ir a una rueda de reconocimiento con otros chorros. Buscaban tipos con pelo largo y barba y Rodolfo daba justo con el perfil. Uno no se puede negar a esas cosas sino termina preso por resistencia a la autoridad. Y a mi me engancharon para que sea testigo de actas.
Bueno, el que tenía que reconocer al ladrón era Tancredi (le afanaron hace cuatro años al padre, con armas y mucha violencia).
Cuando veo el apellido en el acta le pregunto si te conocía y sí, era él.
Yo recuerdo que vos hablabas de él como el Nerd de la clase.
Me pareció un tipo buenazo. Grandote, tipo oso.
No podía creer esta coincidencia y en pocos minutos le relaté tus últimos 15 años. Finalmente no pudo reconocer a nadie y todos nos fuimos después de tres horas de garrón con los poli de mierda. Fue como estar filmando una toma de película.
La primer pregunta de papá: fuiste al cementerio? y sonó como una orden. Yo fui el sábado, dejé una flor y saqué los yuyos. El primer día de la madre sin mi madre. Todo un tema...
17.11.2004. Mari, tenemos que decidir por la venta de la casa.
2005. Un logro para mí y para la Asociación es que nos invitaron a participar para el Congreso de Ciencias de la Salud que se va a hacer en Bahía en el 2007.
Un orgullo. Era impensable hace un tiempo y esto es genial para nosotros. Como presi de la Asoc. ya fui a la primer reunión con toda la parte de salud no médica y fue muy buena la recepción y el lineamiento que tiraron. Habrá que ponerse las piletas.
31.05.2005. Estoy de acuerdo, escuchemos hoy, en homenaje a mamá, un buen tango, uno típico, cantado por Maure, Alberto Marino o el polaco cuando era Roberto Goyeneche (porque ella decía que ya no cantaba)...
Conocí un lugar que se llama Pelota de Trapo, en Avellaneda. Un lugar i-m-p-r-e-s-i-o-n-a-n-t-e. Una belleza. No es del Estado, por eso funciona así. Lugares para los pibes, de primer mundo. Lo mejor, de lo mejor. Con creatividad, una estética excelente, etc. etc. etc. Una opción de vida para la gente que trabaja ya que allí viven. Bueno, una fundación que escapa a todos los modelos estatales conocidos. Lo estatal: hecho mierda, con muy bajo presupuesto o con opciones políticas que se caen cuando cambia el funcionario de turno.
Quiero leer a Proust. Por dónde empiezo? Quize sacar en la biblioteca En busca del tiempo perdido y me dan 4 libros enormes, con muchas páginas (y encima sin dibujitos) así que les dije que me perdonen pero ... No en serio, me apabulló lo que me mostraron. Recurro a mi hermana para que me guíe con Marcelo.
Estoy leyendo varias cosas a la vez que quería leer: "El saqueo de la Argentina" (esto es porque soy un masoca y me gratifica saber cómo robaron, vaciaron, entregaron este querido país nuestro. Es una buena lectura que funciona como laxante, cagas, vomitas, etc.), "Los mitos de la historia argentina" y ahora me copé con "El Codigo Da Vinci", una novela excelente, llena de códigos, intrigas históricas que hablan de lo que la Iglesia ha ocultado desde hace siglos: la relación de Jesús con María Magdalena, que no era tan puta (ver "La ultima tentación de Cristo" de Scorcese) y hasta tuvieron una hija que se llamó Sara. Códigos secretos escondidos en las pinturas de Leonardo Da Vinci, masones, rosacruses, hermandades, Opus Dei.... Me pareció genial. Además me hizo recordar otras épocas mías en las que andaba con esos temas, de los gnósticos, la cábala, la masonería, etc. Es un triller, una novela pero ha despertado mucha curiosidad en Internet. Bueno, en eso ando.
25.06.2005. Mari: Me cuesta mucho darte esta noticia por mail. A las 5 de la mañana de hoy falleció el tío Oscar. Me avisó el tío Mingo muy temprano. Falleció en Santa Rosa (La Pampa). Allí había ido para la operación que se tenía que hacer ya que tenía las venas del corazón obstruidas. Aparentemente pudo superarla pero no el postoperatorio. No se muy bien. Estaba con Marcelo. Están haciendo los trámites para trasladarlo a Patagones. Yo no puedo ir y Mingo tampoco. Estoy averiguando que puedo enviar desde acá (Pétalo de Vida u otra cosa).
Me puso y estoy muy mal con esta noticia. Estoy llorando mientras escribo esto. Si es que hay un lugar adonde van los muertos, allá estarán, Angelita, Oscar, Marta, Nolasco y Polo. Encontrándose. Lo voy a recordar siempre como uno de los tíos más queridos de mi infancia, con su Jeep, ese hermoso campo que tenía, y su fuerza, su atropello frente a las cosas. Un beso.
27.06.2005. Mari: Al final, el sábado, fuimos a Patagones. El tío Mingo, Carmen, Oscar que había llegado de Córdoba, y yo. Nos esperaron para cerrar el cajón y a las 3 de la tarde lo llevaron al cementerio. Después nos fuimos todos a la casa de la calle Olivera. Comimos y charlamos bastante. Yo me volví en micro porque Mingo y Carmen se quedaron hasta el Domingo. Triste, muy triste. La tía Chiche parece un cadáver. Flaca, muy flaca. No creen que pueda vivir mucho tiempo más. La consume el cáncer. Casi no camina y la tienen que ayudar entre todos....
Lo que sentí es muy raro de describir y mucho no lo quiero hacer en este ciber porque se me pianta un lagrimón. Creo que los Cardozo (con z) no reaccionaron todavía y tal vez tenga que ser así. A mi me pasó con mamá. Pude llorar mucho en el viaje de vuelta, solo, en el micro casi vacío. Patagones, Viedma, el tío Oscar (EL TIO OSCAR) que significantes no? "Se fue el León" dijo el tío Mingo. Un beso.
28.06.2005. Mari: hoy a las 7:30 de la mañana murió la tía Chiche. Recién me entero por medio del tío Mingo. Ya es demasiada muerte en la familia en pocas horas. Era inevitable. A mi me impresionó mucho verla el sábado. Ahora sí voy a mandar un pétalo de vida y por supuesto que te incluyo (a papá también). Un beso.
Hola, hermanita:
Cómo pasaste los 39? Hoy estuve con papá y te manda un beso enorme. Estaba impactado porque escuchó en la radio que se pueden leer los diarios por Internet y me preguntaba qué iba a ser de los canillitas. Qué tal!!
Algo que me olvidé de contarte de Tomi es la cantidad de granos que tiene en la cara y en la espalda. Es una boludez pero él sufre bastante. Fuimos a una dermatóloga y le dio cremas, pastillas y que afloje con las comidas chatarras y la mayonesa. Me hace acordar a cuando yo te gastaba por los tuyos: "paisaje grana".
Te confieso algo. Soy muy cagón. Me da miedo el hecho de festejarle el cumpleaños 70 a nuestro padre. Se que todos nosotros la vamos a pasar bien, pero él.... él es todo el DSM al dedillo. Es de libro. Ese diccionario es una cagada, puramente descriptivo (fenomenológico, técnicamente), no da cuenta de la subjetividad de los sujetos que padecen pero con eso se manejan para diagnosticar. De ahí se parte para quedar un poco tranquilos e intentar intervenir. Bueno, no sé, pensémoslo bien. Cuando cumplió 69 de él salió lo de ir a San Germán. Oh!! casi me desnuco de la sorpresa. Estos últimos meses lo veo cada vez más "metido para adentro". Creo que lo único que le interesa es que le lleve cigarrillos y si fui al cementerio. Creo. Si no, hacemos algo en casa muy íntimo, carne, asado o lechón no van a faltar.
2005. Para navidad creo que vamos a ser un montón en casa. Veremos.
Leí tu mail y nosotros estamos en la misma situación con Valentín. El tipo ya sospecha y hace preguntas, ya duda porque escucha a otros chicos más grandes. Pero, igual que Juanita, no lo quiere reconocer. También nosotros le diremos la triste verdad. De a poco, no como a mí, que me sentaron en la vieja mesa celeste de casa y me largaron todo: papá noel, reyes, el ratón Pérez y todas las cosas que hacen feliz a un niño.
Habría que hacer como con los pibes de la villa que conozco, a los seis meses le dicen que todo es mentira, así no tienen que pedirle nada a los pobres padres.
Ahora bien, decidme con exactitud cuando carajo vienen
Papá esta bien, como siempre. Ahora me pregunta si voy al cementerio y si vos has escrito o hablado. Se preocupa por cómo andás. El lunes que fue feriado lo traje a casa a comer un asadito y no se si fue joda porque lo cargábamos con las viejas del Hogar, pero cuando se iba a acostar nos dice que" ahora tiene novia". No le puede preguntar después
No tengo mucho más simplemente que no estoy bien, fumo mucho justo cuando había decidido intentar (médico de por medio) abandonar el vicio.
Y me encuentro bastante desordenado mentalmente pero me gusta.
Y, lo de la separación me parece que debés pensarla, por el lado de separarte vos de lo que no sos. Diferenciar el ser del no ser."
Tomás y Valentín están muy bien. Con la escuela, con fútbol, con todo. Fuimos a ver Olimpo-Racing pero a la hinchada de Racing, con Vale vestido con su camiseta y gorra celeste y blanca. Tomi no quiso ir con nosotros y se fue a un cumple de un amigo. Fue todo muy raro porque con Graciela tuvimos que mordernos para no gritar a favor de Olimpo. No voy nunca más a una hinchada contraria.
2006. Papá bien. Igual que siempre.
Estuvo don Atilio y te manda un beso. El loco me dice un día, a las 7.30 de la tarde: ahora vengo y tomamos una cervezita, enseguida vengo. ....apareció a las tres de la mañana y no se sabe donde anduvo. Llegó fresco pero yo como un boludo que se preocupa por él no podía dormir pensando que lo habían metido en cana y lo tenía que ir a buscar (esto ya pasó una ves hace muchos años). Así es él. Hay una anécdota que siempre cuentan: hace como 30 años viene a ver a la madre a bahía. Una tarde dice que va a salir y que vuelve a comer. Apareció en Cipolletti y se quedó a vivir unos cuantos años allá.
Lee esto:
El albañil es una de las mas nítidas imágenes que vienen a la mente cuando se piensa en un obrero; y cuando se habla de un albañil se sabe que se está refiriendo a un obrero. Este, al igual que todos, en los demás oficios, obran. Pero el albañil tiene una característica particular que lo diferencia, porque es inseparable de la idea de la casa. Y la casa es para cobijar, dar calor, amor, multiplicar, crecer, descansar.El origen de la palabra es árabe y significa: constructor, y su raíz es edificar.¿Hay acaso una más bella idea, un mejor deseo para este año nuevo que el de construir y edificar vida? No es lo mínimo que todo ser humano anhela tener y disfrutar para sí y para los demás? No es su opuesto el que aflige y angustia? Si existe la muerte es por naturaleza o por los demoledores de la vida, que son muchos y que con sus causas-consecuencias diversas a cuestas enlodazanla existencia en armonía. ¿Qué hacemos frente al comienzo de una nueva etapa calendario en la historia? Deseamos: felicidad y vida. Hagámosla.Es mucho más hermoso que desearla solamente. Hagámosla como los albañiles que van levantando las paredes de un lugar que albergara los latidos de sus moradores. Pero ¿antes de apedrear? los sostenes de un techo hay que hacer las bases. Para hacer las bases hay que cavar, rellenar, apisonar y presionar firmemente para que resistan el paso y el peso de los años y de sus habitantes.
Muchas veces, también el albañil debe tomar en su manos la maza para derribar las viejas construcciones que no pueden soportar las nuevas partes que nacerán. ¡Y sí!, hay que derribar y construir todo nuevo cuando ya las estructuras no sirven. ¿Sirve el sólo hecho de picar, arreglar y revocar, ya sea fino, ya sea grueso, para cambiar la cáscara y cubrirla con una mano de pintura nueva? Esa tarea superficial de cambiarle la cara a las estructuras, sólo sirve por un lapso , porque luego estrepitosamente se desploman cuando los tiempos nuevos traen cuerpos nuevos con fuerza que brota y busca espacios para expandir humanidad. Se divisa un horizonte que alberga esperanza. ¿Y como no recordar a los albañiles de este año que concluye? A los anónimos, a esos que en el silencio cotidiano levantan una bandera de dignidad, de paz, de amor, de latires incesantes, lentos y agitados. A los albañiles padres y familiares de Cromañón, donde ciento noventa y cuatro chicos argentinos sintieron caer sobre su halito de vida las viejas construcciones de la desidia, de la importancia cero por las personas y el interés ciento por ciento por las ganancias que dan la búsqueda de un momento de diversión. A esos padres, familiares y sobrevivientes que quieren construir, en la memoria de los suyos, que también son nuestros; una sociedad justa con culpables en prisión y para que no se repita. A los albañiles iraquíes que tienen que echar, como pueden, a los destructores extranjeros que se han empecinado en convertir sus ciudades enllanuras de arena, sin dejar nada vivo en pie. Porque les importa lo de abajo...de la arena. Esos iraquíes, que ya son muchos albañiles, para vivir en paz deberán seguir demoliendo a los demoledores de la vida y constructores de la muerte que los invadieron. A los albañiles de Nueva Orleáns que el agua y los vientos de la administración de EEUU, que no administra para negros y pobres, se los llevo en un abrir y cerrar de ojos. Y a los que quedaron para reconstruir algo de vida. A los albañiles, extranjeros para Europa, que se cansaron de construir para otros como esclavos, de vivir como parias sin pan, y que debieron encender? una luz (varias) para que los vieran. A los albañiles venezolanos que mezclando educación, salud, alimento e ideas han comenzado a construir otro tipo de vivienda en una sociedad que se debate día a día ante los vientos que soplan del Norte. A los albañiles cubanos que continúan, gracias a los cimientos de más decuarenta y cinco años, levantando nuevas obras de humanidad y ofreciéndosepara colaborar en toda tarea en el rincón del mundo que los necesite. A los albañiles bolivianos que levantaron sus cabezas pero luego de mirarsedentro, hacia sus orígenes, y así, de pie, juntos y erguidos han comenzadoa planificar una nueva edificación para todos y no para algunos pocos comohasta hoy. Albañiles argentinos, peruanos, chilenos, uruguayos, brasileños, paraguayos, colombianos, mexicanos y de otros lares del mundo, palestinos, africanos etc.; en busca del armazón de la conciencia de comprender que es ineludible la tarea de construir una nueva sociedad, porque sobran pruebas de los derrumbes que todo lo sepulta en ésta, que hoy tenemos. Por eso, porque sabemos que es posible juntos , ladrillo a ladrillo, en este 2006 seamos : albañiles de la vida, la humanidad los necesita, nosotros somos la humanidad.
por Marcelo Cafiso
Bueno, te mando, para tu amiga, una entrevista a una socióloga que investiga el fenómeno de los piquetes y los movimientos sociales. Se llama Maristella Svampa. Tal ves ya la conozca. Es muy buena. Decile que lea el libro de ella "Entre la ruta y el barrio". Un beso enorme.
Bueno Mari estoy apurado. Yo también te quiero mucho. Comé un poco más, no te vendría nada mal recuperar esos quilitos que tenías hace unos años atrás. Un beso.
2007. Me gustan los redondos. El disco "Octubre" es uno de los mejores discos del rock vernáculo de todos los tiempo (por supuesto que yo lo tengo)Pero, que se le va a ser vió... yo soy de Luca. Luca not dead. Lo más grande para mí fue Sumo. El tema "Mañanas en el Abasto" ni al mas guapo de los tangueros se lo hubiera ocurrido. Los redondos llenaron el vacío que dejó la muerte del pelado. Y, aunque lo he escuchado mucho, aveces pienso que llegué tarde para los redondos. Igual siempre fui curioso de la estética y las letras ricotera.Tengo una anécdota: en unos de los viajes a bs. as. que yo hacía con papá cuando todavía trabajaba, estábamos en Constitución esperando el tren para bahia, en el medio del hall central. Papá, no se, pensando en Berrarondo estaría, y yo al lado mirando unas revistas, cuando de pronto se viene, se viene la horda, la masa, toda la parafernalia ricotera (Los Redondos ese día tocaban en Racing, Avellaneda). gritando, puteando, cantando, en pedo, puestos como ninguno, eran mil, tres mil, cinco mil. Tomaron el tren por asalto. Nos atravesaron. Yo a papá le decía quedate quieto, lo agarre del brazo, y nos quedamos inmóviles. No paso nada pero el susto fue un poco grande. Para la gente que estaba al lado también.
…pero la tía me contó algo que me dio mucha pena. Es sobre Yacumina. Resulta que Sonia, la hija que esta en Italia, estubo un mes y medio en bahía. YACUMINA MURIO DE LA EMOCIÓN. Sonia se fue con su marido unos días a Trelew a ver las ballenas y cuando volvió la madre estaba muerta. Murió dormida. La encontró una hija de Miriam. Hace 27 años que Sonia se fue a Italia. Dice la Tía Nelly que Sonia está igual que Yacumina.
el fobal. Ariel
Junto con las C. Sociales, el rock y el tango, uno de mis amores: el fóbal:
Es posible: aunque parezca exagerado, en un rectángulo de césped los hombres escenifican siempre el imprevisible drama de la vida.
Osvaldo Soriano.
Todo fue una leyenda, un magnífico cuento de magos, volatineros, malabaristas y hasta clowns. De titiriteros de gran proscenio. Un teatro inigualable para niños y grandes, y para niños grandes.
Un encuentro humano con alegrías y lágrimas, con ruidos y espantos. El circo de la gente pobre, la misa de campaña de los solitarios que quieren sentirse acompañados por una vez. Pero también el circo de los ricos y aprovechados, de los eufóricos y de los aburridos. Es la humanidad en el pequeñísimo cosmos de un cuadrilátero verde. El juego, tan humano como la risa, el llanto, el amor. Jugar. Ver fútbol es también jugarlo.
Un juego capitalista porque se requiere rendimiento, afán de ganar, de ser superior. Un juego socialista porque necesita del esfuerzo de todo el equipo, la ayuda mutua para obtener el triunfo, que es una vida mejor. El gol es de todos cuando todos trabajamos para él. El sueño, la esperanza, el gol.
El gol es la felicidad.
Pero también es el miedo. El miedo del arquero ante el penal, el fracaso, la derrota. Lo imprevisto. Todo demasiado humano. La vida.
Dijeron del fútbol que es la banalidad más hermosa del mundo. O también que es un escapismo que trabaja con nuestras fuerzas y debilidades. En fin. Al entrenador alemán Sepp Herberger le pidieron que definiera al fútbol. Luego de mucho cavilar, respondió:
- La pelota es redonda.
¿Un humorista? ¿Un sabio? ¿Un posmoderno? ¿Un resignado? ¿Un socrático? ¿O meramente un superficial?.
Sócrates y Discépolo hubieran contestado: “La vida es una pelota”.
Bien, de acuerdo. Pero por lo menos pateémosla con alegría y hacia adelante.
“FÚTBOL ARGENTINO. Pasión y gloria de nuestro deporte más popular”.
Osvaldo Bayer. Edit. Sudamericana. Bs.As. 1990.
METAFORAS, T.P. Ariel
Trabajo Final:
Curso Acompañante Terapéutico 2005
“METÁFORAS”
Sangronis, Ariel R.
Noviembre de 2005.-
METÁFORAS
Me acobardó la soledad
y el miedo enorme de morir lejos de ti …
¡Qué ganas tuve de llorar
sintiendo junto a mí
la burla de la realidad!
Y el corazón me suplicó
que te buscara y que le diera tu querer…
Me lo pedía el corazón
y entonces te busqué
creyéndote mi salvación…
Y ahora que estoy frente a ti
parecemos, ya ves, dos extraños…
Lección que por fin aprendí:
¡cómo cambian las cosas los años!
Angustia de saber muertas ya
la ilusión y la fe…
perdón si me ves lagrimear…
¡Los recuerdos me han hecho mal ¡
Palideció la luz del sol
al escucharte fríamente conversar…
Fue tan distinto nuestro amor
y duele comprobar
Que todo, todo terminó.
¡Qué gran error volverte a ver
para llevarme destrozado el corazón¡
Son mil fantasmas, al volver
burlándose de mí,
las horas de ese muerto ayer…
COMO DOS EXTRAÑOS
José María Contursi y Pedro Laurenz (1940)
Metáfora, “palabra de origen griego que sirve para designar la imagen resultante de trasladar —mediante un solo término o una perífrasis— el nombre de un objeto a otro, ligados ambos por una relación de analogía".
Metáforas psi, metáforas tangueras, reales vinculares.
Amar y trabajar, respondía Freud, como una proposición ante la pregunta sobre qué había que hacer en esta vida. Amar y trabajar como metáfora.
Amar es toda gama de afectos posibles. Con otros, por otros, para otros, a pesar de otros. Relaciones sociales por las cuales afectamos y somos afectados. Si no, nos desmoronamos. Nos desplomamos de esa construcción cultural que llamamos sociedad.
Trabajar es parte del amar. El trabajo ordena la secuencia de lo cotidiano. Interviene en la producción de la economía, la del bolsillo y la psíquica, incorporando al sujeto a la realidad y a su comunidad.
En otra metáfora, la del Estadio del Espejo, Jacques Lacan describe cómo el infans, ese pequeño en proceso de ser neurótico, percibe en el espejo la imagen unificada de su cuerpo y se “jubila” para siempre. La imagen es jubilatoria: “de acá en adelante ese soy yo”. El espejo es el Otro.
Y aquí comienza la aventura del vivir y de inscribirse en el amar y el trabajar.
Para Lacan nos constituimos como sujetos neuróticos, que no es nada biológico ni tampoco hereditario, ante la presencia de Otro. O aun antes, antes del nacimiento, con el deseo de la madre. Somos el producto del deseo de otro/a.
Otro primordial que nos dona una batería de significantes. Otro que nos constituye y que da como resultado el sujeto hablante. Un sujeto del lenguaje. Un cuerpo biológico afectado a la palabra. “Este acceso al lenguaje implica por lo tanto la integración de una materia significante (fonemas: vocales y consonantes) ofrecida por el medio social y cultural. Al llegar al lenguaje, el sujeto estará totalmente dominado por el orden simbólico. Y no solo dominado sino constituido por ese orden. El sujeto está, por así decirlo, tejido por la trama del lenguaje”. [1]
Ese bebé al nacer deberá tramitar dos momentos en su constitución subjetiva: el momento de la alienación, donde queda a merced de quien satisfaga sus necesidades (función materna), y el momento de la separación, donde ya es soportable la ausencia del otro. Se instala en el lugar de sujeto a través de la función de terceridad (Nombre del Padre) generando la separación.[2]
Sujeto del lenguaje, sujeto del inconsciente, sujeto del significante. “Sujeto es lo que un significante representa para otro significante”.[3]
Amar, trabajar, palabras, lenguaje, habla. No por casualidad Anna O., la mítica paciente freudiana, llamó a aquel tratamiento (Psicoanálisis) “talking cure”, cura por el habla.
Significantes que se entrecruzan con otros significantes creando lo más valioso del ser humano: el vínculo, el lazo afectivo, social.
En el Marco de Realidad en el que vivimos, es decir, la cultura, que estabiliza y ordena el caos subjetivo, solamente nos salvaguardan esos vínculos y las estructuras sociales de sostén. Los otros y la cultura, las significaciones sociales.
Después de la catástrofe neoliberal algo arrolló y desequilibró lo que creíamos sólido. Llegó para quedarse. Sintetizando y mucho: la globalización y sus consecuencias. Una nueva era de velocidad, de fragmentación, de impunidad, de un orden, o desorden, bastante asesino que manda a la mayor parte de la población a enfrentarse con aspectos que deterioran la calidad de vida: La miseria y el hambre. La desocupación, que ya parece una marca de identidad. La falta de proyectos de vida. La desesperación, tristeza, soledad. Vivencias subjetivas de crisis y angustia. Pibes sujetos del consumo y pibes de y en la calle a la deriva. Estrés. Miedos injustificados, para una mirada externa, junto a otras expresiones que dan cuenta de una ruptura de los lazos sociales.
En un mundo globalizado, conectado a redes virtuales y sociales, donde el mercado es rey y nosotros consumidores, más que ciudadanos, dónde quedan los que sobran?. Están expulsados?. No excluidos, expulsados?. ¿Expulsados del amor, el trabajo y de las palabras?
En tiempos de Modernidad tardía o de Posmodernidad, de fin de certezas, nuevos desajustes conductuales, nuevas patologías, o exacerbaciones de viejos trastornos se hacen patentes frente a tanto malestar social.
“… creo que hay un cambio en esas patologías (las del psiquismo). Lo que se discute es cuál es su etiología, las causas que provocan esos nuevos trastornos. Para mí es claro que han sido producidas, en lo fundamental, por las bruscas modificaciones en las condiciones de vida de la sociedad. . Es evidente que hay patologías como la esquizofrenia o los autismos infantiles en los que se pueden descubrir componentes predominantemente biológicos, sin que sean en sí mismos causales últimos. Pero en todas las demás enfermedades psíquicas las determinaciones representacionales, de origen social, son decisivas. Los cuadros que vemos a diario de depresiones, ataques de pánico o ansiedades agudas, por sólo citar algunos o los más frecuentes, no se producen por razones genéticas sino que se precipitan como consecuencia de las intensas mutaciones sociales que se han generado en el mundo y que, en nuestro país, como es posible recordar si ubicamos la memoria en la última década del siglo pasado y los comienzos de la actual, alcanzaron contornos de catástrofe histórica. El estado de indefensión general en que sumió a millones de personas esa terrible metamorfosis en las formas de vida dejó al psiquismo expuesto a toda clase de inestabilidades”. [4]
Tomo algunos de ellos como los Trastornos de Ansiedad que, aunque su diagnóstico sea policausal, tal ves se presentan como síntomas individuales de situaciones sociales. Síntomas de inadaptaciones, entendiendo la “adaptación” no como alienación sino como la manera activa que tenemos de enfrentar la v-i-d-a.
O tal ves sean Acting Outs sociales expresados por sujetos que muestran, gritan silenciosamente, que alguien los escuche.
En una encuesta publicada por Clarín, una de la escasas que se encuentran, se ve claramente que el estrés, con un 58,6% se encuentra como primer factor de riesgo que gravita sobre otros (Colesterol 54%, Hipertensión 37,2%, Tabaquismo 20,7%, etc.)
No hay un aparato mecánico que mida o regule el estrés, la ansiedad, los “nervios”. Sí, ciertos parámetros cuando la ansiedad es excesiva, persistente, paralizante, con preocupaciones desmedidas e irracionales y con manifestaciones físicas, psicológicas y conductuales.
Una importante diferenciación es entre la ansiedad normal y ansiedad patológica. La ansiedad, aceptada socialmente como normal, es aquella que tiene como función motivar conductas para superar situaciones donde las emociones básicas se incrementan frente a un peligro o desafió presente o futuro y generalmente disminuye de acuerdo a como se resuelve un conflicto que la desencadena.
Ansiedades paranoides y depresivas, de pérdida y de ataque, de actitudes frente a los cambios, que coexisten y cooperan, generando resistencias a los mismos. Que no pueden considerarse patológicas si el monto de las mismas no anula la capacidad de vivir.
Una ansiedad patológica es aquella que se presenta como una respuesta exagerada, no necesariamente ligada a un peligro, generando malestar, paralización y condicionando conductas.
Se pueden observar diferentes manifestaciones:[5]
Físicas:
Taquicardia.
Sensación de falta de aire.
Respiración rápida.
Dificultades para respirar.
Disminución de la libido.
Nauseas, Vómitos, Diarrea.
Sensación de desmayo ya.
Hormigueos o parestesias.
Fatiga excesiva.
Comportamentales:
Inquietud o hiperactividad.
Parálisis motora o inmovilidad.
Movimientos torpes, desorganizados.
Conductas evitativas.
Alcohol.
Automedicación
Psicológicas:
Ansiedad o angustia.
Sensación de inseguridad.
Preocupación excesiva.
Sentimientos de inferioridad.
Indecisión.
Falta de concentración.
Apatía.
Miedo a morir.
Pensamientos desagradables.
Depresivas:
Tristeza.
Abatimiento.
Desinterés.
Trastornos del sueño.
Sentimientos de culpa.
Ideas de autoeliminación.
Pesimismo.
Todas estas puntuaciones es lo que se ve, lo fenomenológico, lo que describe una serie de síntomas y signos mostrando cómo es la conducta de un sujeto afectado por estos trastornos, pero no lo que le pasa de verdad. Deja afuera la subjetividad, el rico paisaje interno poblado de vivencias.
Si es sujeto de la palabra, del inconsciente, para Lacan allí estará la “verdad”, la verdad del sujeto.
Tanto para el analista, que interpretará un decir, como para el Acompañante Terapéutico que no interpretará, pero estará atento a los decires, el abordaje es por vía de la palabra, por lo tanto no deberá “taparle la boca”, sino escucharlo a través de las diferentes manifestaciones.
“En una reunión J. se presenta diciendo sarcásticamente: “soy un TAG y un TOC”, es decir, no dice su nombre sino que tenia internalizada la clasificación del DSM-V. En su discurso, hablando de su vida, varios actos fallidos se le filtraron: “…pude haber hecho otra cosa, pero me quedé ahí esperando que el auto se enfríe” o “…doy un paso adelante y diez atrás. No, perdón uno atrás y diez adelante”, “ … quiero cambiar el auto y necesito firmar el cero otro, digo el cero ocho…” , después ahonda más en otras cuestiones personales y cotidianas: “… es como que daba pena así todos se ocupaban de mí”, “no tengo laburo fijo, vivo del plan… tengo que tomar pastillas para dormir” …Se mostraba inquieto, fumando sin parar y con poca capacidad para escuchar a los otros.” …
Yo lo oía pero no estaba en rol, era simplemente un encuentro, un cumpleaños. Pensé, escuchando, que allí estaba la posibilidad de encontrar una verdad, su verdad, y que como futuro A.T. podía intervenir con mi escucha atenta intentando que aborde, en el espacio pertinente, más profundamente esos fallidos.
El A.T. como auxiliar y colaborador de un sujeto en sus procesos de producción de cambios. Tal vez de pequeñas modificaciones en su conducta que den cuenta de un guión propio, el del sujeto del acompañamiento.
En cuestiones del sentir, el mío, varias temáticas me han impactado a lo largo de este curso. Una es conocer, un poco más, la teoría lacaniana que además se conecta con aspectos más personales, mi propio análisis de por medio. Y la otra temática, la elegida para este trabajo final, es un tema que hace tiempo trato de investigar desde mi lugar de observador de las conductas psicosociales. Aunque dude bastante, y más allá de factores disposicionales personales, creo que estos tiempos por los que atravesamos forman parte del caldo de cultivo para estos trastornos.
Y es ahí donde el A.T. deberá poner a prueba un concepto aprendido en la teoría, el de Distancia Instrumental Operativa o la capacidad aptitudinal, personal, de construir la empatía filosófica necesaria para no quedar atrapado en las redes que provoca toda intervención terapéutica.
Metáfora de “la burla de la realidad”, nos acerca a parecer dos extraños. Ella y nosotros.
Ariel R. Sangronis
Noviembre 2005
[1] “Para comprender a Lacan”, Jean-Baptiste Fages. Edit. Amorrortu, Buenos Aires.
[2] Apuntes de Teóricos, Carlos Graiño,Curso de A.T. 2005.
[3] Aforismo de Jacques Lacan.
[4]Silvia Bleichmar: “El Malestar Psíquico”. Reportaje revista Cabal, setiembre/octubre 2005.
[5] Síntesis ficha de cátedra. Curso Acompañante Terapéutico 2005.- Dr. Carlos Muñiz.