TINTA ROJA

dos hermanos a impulsos de la sangre

martes, 27 de noviembre de 2007

Una Letra: Chico Buarque (Ariel)

Construcción- Chico Buarque
Amó aquella vez como si fuese última, besó a su mujer como si fuese última, y a cada hijo suyo cual si fuese el único, y atravesó la calle con su paso tímido. Subió a la construcción como si fuese máquina, alzó en el balcón cuatro paredes sólidas, ladrillo con ladrillo en un diseño mágico, sus ojos embotados de cemento y lágrima. Sentóse a descansar como si fuese sábado, comió su pobre arroz como si fuese un príncipe, bebió y sollozó como si fuese un náufrago, danzó y se rió como si oyese música y tropezó en el cielo con su paso alcohólico. Y flotó por el aire cual si fuese un pájaro, y terminó en el suelo como un bulto fláccido, y agonizó en el medio del paseo público. Murió a contramano entorpeciendo el tránsito. Amó aquella vez como si fuese el último, besó a su mujer como si fuese única, y a cada hijo suyo cual si fuese el pródigo, y atravesó la calle con su paso alcohólico. Subió a la construcción como si fuese sólida, alzó en el balcón cuatro paredes mágicas, ladrillo con ladrillo en un diseño lógico, sus ojos embotados de cemento y tránsito. Sentóse a descansar como si fuese un príncipe, comió su pobre arroz como si fuese el máximo, bebió y sollozó como si fuese máquina, danzó y se rió como si fuese el próximo y tropezó en el cielo cual si oyese música. Y flotó por el aire cual si fuese sábado, y terminó en el suelo como un bulto tímido, agonizó en el medio del paseo náufrago. Murió a contramano entorpeciendo el público. Amó aquella vez como si fuese máquina, besó a su mujer como si fuese lógico, alzó en el balcón cuatro paredes fláccidas, Sentóse a descansar como si fuese un pájaro, Y flotó en el aire cual si fuese un príncipe, Y terminó en el suelo como un bulto alcohólico. Murió a contramano entorpeciendo el sábado.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Blog docto (Ariel)

Una dirección para compartir: www.elcircocriollo.blogspot.com

Un colectivo de estudiantes abocado al estudio de la historia reciente de la Juventud Argentina.
Se podrá encontrar canciones, imágenes, fragmentos, poemas y demás.
Que lo disfruten!!

sábado, 10 de noviembre de 2007

PORFÍA. Anácdota (Angélica)


La casa es grande y el corazón también. Es impresionante. Esta experiencia mía repetida: estar en mi casa necesitando algo y que alguien llame a la puerta y me traiga justo eso que necesitaba. Me pasa siempre. Cuando yo fumaba a veces lo que me faltaba eran cigarrillos. Como loca, desesperada, buscando algo que me haga fumar, cuántas veces caían las chicas (Fer, Cami) o El Negro o Marcelo (el profesor de matemáticas) o Carina con tooodos los cigarros que quisiera. Y las veces que estoy sola, con ganas de estar con alguien charlando y llama o viene el o la más indicada que me hace reír, o salir a pasear. Una vez queríamos con Juanita comer algo dulce, era madrugada, todo cerrado… de no creer… ¡caen Marcelo y la novia nueva con un budín de chocolate¡ Ñiam – Ñiam…
El viernes, el 2, Juanita se fue en tren con los Scout a las 4 de la tarde. Yo tenía una pena tan grande… me iba a quedar sola hasta el domingo a la noche, no me gustaba. No tenía efectivo, tenía unos cuantos escritos para dejar definidos, el “logócratas” de Steiner que me acababa de comprar para leer y poca imaginación. Necesitaba un "corte" un descanso pero no me atrevía a hacerlo. Llega a la 1 de la madrugada Lucía, de Neuquén, con 10, sí, diez, amigos a parar en casa.
Más papistas que el Papa. Estos eran la hincha de la murga La Porfiada. Resulta que en Neuquén hay un grupo de artistas que son fanáticos de la murga uruguaya y han formado una. Allá no existe el Carnaval, no existe de verdad, no hay ni feriado, así, esta murga en su presentación canta:
en Neuquén nació esta murga
con lo poco que tenemos.
Sin carnaval ni tablados
¡¡¡premio Nobel por lo menos!!!

Hace 5 años que trabajan, se forman con talleristas de Montevideo, estudian, ensayan, pelean y se pelean no sólo por sobrevivir y vivir la vida de murguista en el Valle de la Patagonia, además venían soñando con hacer una presentación en Uruguay. Esta semana se lleva a cabo en Montevideo el encuentro de Murga Jóven, la Secretaría de Cultura de la IMM incluyó en la agenda a La Porfiada y La Porfiada presentó el espectáculo el martes 6 a la noche con toda su porfía. Así cantaron el saludo:
Llegó La Porfiada
Y el Templo de Momo se va a alborotar

Y esto tal cual. Yo que vivo en Montevideo y con algunos murgos siempre charlo, me han dicho que fue tan perfeccionista el esteticismo de La Porfiada que lo hacen mejor que los de acá. Estuve en el Defensor Sporting, en el club donde se hacía el Encuentro ese día, estuve entre el público sumándome a la hinchada de La Porfiada, o sea con mis huéspedes, estuve en medio de la vibración. ¡Qué fuerza! ¡Cómo aplaudía y gritaba el público uruguayo! Lo que a mí me gustó mucho fue el aspecto narrativo, desde el saludo hasta la retirada. Muy buena esa magia para capturar al espectador y que siga los temas. Los temas ¿qué temas? En toda murga se canta un cuplé con un salpicón o popurrí de actualidad. El motivo de estos fue “la basura”. Sobre la basura, un doble juego. Por un lado una autocrítica como murga que canta mal: queríamos un buen salpicón / dejar bien escrachados a uno o dos / pero / el salpicón porfiado no es más que pura basura. Por otro, la basura que tiramos todos: es residuo tuyo y mío. Basura hay en las montañas, en la calle y en el río. Y esto los lleva a presentar posición sobre Botnia, canta el coro:
Mirándolo bien de lejos, nosotros somos el tacho
Europa todo muy lindo. Sudamérica un escracho
Lo que allá no lo permiten
Nos lo mandan para acá
Si total somos millones:
Uno menos… uno más…
Y la industria del papel trae sólo lo que ensucia
Lo que da guita está allá
¡fíjese usté cuánta astucia!

Vigile bien señora
La basura de la cuadra
porque la murga revisa
la analiza y se la guarda.

La retirada. Anoche se fueron todos, La Porfiada, los huéspedes, la hinchada. ¿Qué me quedó entre manos? En principio nuevos amigos, las ganas irrefrenables de volver a Nqn., algunos aprendizajes teóricos y ojos, oídos y conciencia renovada para la murga como expresión artística y social (barrial). Hasta tengo ganas de aportes como “letrista”
Uno de ellos, de los que se alojaron en casa, es cafetero. El vagabundo este tuvo un Café y ahora decidió ir a la gente, lo vende caminando y voceando en la calle. Me contó la historia del café. La planta salió de Etiopía y según su tesis el café en tanto brebaje lo introduce Oriente en Occidente a modo de “función social”: para atenuar efectos del alcohol en aquellos que se han sobrepasado quedando muy “locos”. El café para la paz. La empresa de este cafetero se llama Cafélix, porque él se llama Felix, aunque yo lo bauticé Keny Roggers. También participa del programa radial Efecto tábano siempre contando historias de café.
Otro de mis huéspedes fue un Mapuche. En Nqn. hay indios. Isaías. Es piquetero, “yo corto caminos” me dijo. Una conciencia altísima el indio este, me comenta: “yo no entiendo que acá muchos tengan el mismo problema y no se unan para resolverlo. Allá, en el 2002 éramos unas cuantas familias sin techo, sin casa. Tomamos un barrio. Hoy estamos como queremos. Gracias a los derechos de los niños y de las mujeres no nos saca nadie”. Se dio cuenta enseguida de la falta de “movimientos sociales” entre Uruguayos, de la falta de “alterglobalización” como le gusta decir al filósofo Viscardi, “cuántos locales de partiditos que ví” dijo cuando llegó de una caminata.
Hubo una pareja, Paula y Hernán, ella embarazada, que dieron muchas vueltas por Argentina, vivieron en Córdoba y no sé dónde más. Este año decidieron volver a Neuquén a radicarse porque creen que ese es el mejor lugar para formar familia, “uy! Nosotros amamos Neuquén” dijo ella sonriendo. Yo pienso: qué lindo hablar así, hace tanto que no escucho una frase tan cariñosa sobre el terruño elegido.
Lucho, el chef encargado de la cocina del Automóvil Club Argentino de Cipoletti, me dejó de regalo una remera que dice Neuquén- Patagonia argentina.
Emilio, el Niska, un batero, otro personaje… Silencioso, mira lejos, calmo, habla mucho de la madre que es una filósofa que se la agarró con Bajtín así como yo con Proust.
Yo que no quería estar sola el viernes 2 y a mi casa de puertas abiertas, entró tanto afecto, que hoy después del aluvión estoy como engrandecida. Yo necesitaba vacaciones y las tuve en mi propia casa. Corté de lunes a viernes con todo escrito, con toda lectura, con toda la atención a mis alumnos. Mis gastos corrieron esos días por cuenta de mis visitas.

Botnia (Ariel)

lunes, 5 de noviembre de 2007

Diego On Line (Ariel)


Eduardo Aliberti, acerca de la elecciones para presidente(a). (Ariel)

Se habla de una contradicción: en las zonas donde la gente está más postergada (NEA, NOA, conurbano bonaerense) ganó el kirchnerismo; y perdió en aquéllas donde mejor se vive la fiesta del crecimiento de la economía (grandes centros urbanos). Si estamos refiriéndonos a la pobreza estructural y a la ontología clientelar, está claro que es así. Pero si hablamos de lo que el viejo Marx definió como las diferencias entre los intereses y las necesidades de las masas, el núcleo del aplastante voto kirchnerista en esas regiones es la consecuencia de economías regionales revitalizadas, como pocas veces se vio; más la billetera oficial, de la mano con la cooptación de los barones del conurbano, resucitando albañiles, obreros fabriles, trabajadores de obra pública, creando un imaginario perceptible de estabilidad y progreso. Aspiración de resumen: los núcleos duros de pobreza estructural son los que más salvados o integrados se sienten. ¿Y qué en los grandes centros urbanos que menea el establishment periodístico como reflejo del disgusto con el oficialismo? Pues que como centros administrativos de la fiesta agrícola no tienen cómo asumir su percepción histérica de inseguridad, droga, cortes de calles. Aunque suena maniquea la reintroducción temática del gorilismo (alentada por las usinas oficiales y por los exabruptos de Carrió, que llega a decir que dentro de unos años se prepara para gobernar “para las clases media y media-alta”), conviene repasar algunos trabajos acerca de la apropiación de la renta oligárquica durante el peronismo de los años ’40 y ’50, demostrativos de que nunca la levantaron tan en pala como entonces. ¿Qué querían/quieren, encima? No resignar ni siquiera una parte mínima de esa renta. Y ahora, mucho más que entonces gracias al discurso hegemónico de los medios (que son ellos): queremos más y usá tu poder, además, para no afrontar violencia cuando salgo a la calle. Estoy mejor que nunca, pero mejor no es lo más. En otras palabras, los más jodidos por lo que deberían ser sus intereses no son los más jodidos por lo que son sus necesidades. Y los que más jodidas sienten sus necesidades son los que más beneficiados tienen sus intereses.- Aun así, deducir esquemáticamente que a los Kirchner los votaron los pobres contentos, y a Carrió & Cía. los ricos con niños tristes y la clase media con preocupaciones, es de una pobreza analítica impresionante. Con igual esquematismo, resultaría que a Fernández (Cristina) y a Scioli, para no abundar, no los votaron ni comerciantes, ni cuentapropistas, ni pequeños y medianos empresarios. ¿De qué hablan, por si fuera poco, cuando hablan de “grandes centros urbanos refractarios al kirchnerismo”? El conurbano bonaerense, para empezar, donde Scioli ganó con más del 50 por ciento, ¿no es un gran centro urbano? ¿En Mendoza quién ganó? ¿Y alguien puede creer seriamente que la elección de Lavagna en Córdoba no es el producto de una situación completamente atípica, producto del escándalo ocurrido en los comicios provinciales?- A propósito de lo anterior, también cabe repetir la pregunta de si el grueso del voto opositor lo motivó centralmente una verdadera voluntad de cambio o el hecho de que, asegurado el triunfo de los Kirchner, fue asunto de querer controlar la gestión de alguna manera. Es probable, en ese sentido, que las encuestas hayan jugado esta vez un papel no determinante pero sí influyente como nunca. El triunfo de Fernández fue, si la hipótesis es correcta, una profecía autocumplida que “paró” al votante sobre la base de hechos consumados. La posibilidad de “sofisticar” al voto, así, se habría incrementado hasta un punto que la oposición no considera.- En esta columna se supo citar lo que algunas recientes categorías sociológicas definen como “alta conflictividad social” y “baja intensidad política”. Para ratificarlo, y también en línea con lo relativo de la espectacularidad mediática, allí está la contundente victoria oficialista, nacional y provincial, en la sede santacruceña del incendio docente y de la 4x4 de Varizat; y en la Gualeguaychú “enardecida” contra el engaño kirchnerista; y en los votos del campo que tanto paro hace y tantas quejas reparte: muy cómoda victoria de Fernández en Pergamino, en Chivilcoy, en Venado Tuerto, en Rafaela, en San Lorenzo... Los papelones de Sobisch y Blumberg, en cambio, darían cuenta de lo contrario, porque la mano dura alentada desde los medios tuvo raquitismo electoral. Pero, en realidad, expresan lo mismo: espectacularidad mediática y sensación térmica social no son sinónimos de cuarto oscuro.- ¿Qué hará ese kirchnerismo? ¿Tomar sus números ratificatorios como un cheque popular en blanco? ¿Se habrá dado cuenta de que el domingo de la noche electoral lo más visto fue la proyección de “Gatúbela”, y de que los festejos se remitieron a militantes de búnker que se fueron a sus casas a las diez de la noche?- ¿Y qué hará con la mafia del aparato bonaerense del PJ que ¿alquiló? para las elecciones? ¿Lo ¿alquiló? porque no le dio el tiempo para armar otra cosa? ¿O porque su vocación progre termina ahí y ahora se trata de que todos unidos triunfaremos de la mano de empresarios y burócratas sindicales, necesarios para amortiguar reclamos crecientes en medio de una inflación que no está desbordada pero sí dibujada?La seguridad anunciada al comienzo de estas líneas, finalmente, es que certezas, preguntas, incertidumbres y presunciones de este tipo demuestran que las generalizaciones descriptivas y opinativas, leídas y escuchadas antes y después del domingo electoral, no son buenas consejeras ni del sentido común ni del rigor conceptual. Algún día habrá que aprender que, a veces, la duda no debe ser la jactancia de los intelectuales (ni de los periodistas).
Editorial Marca de Radio, 03/11/07

sábado, 3 de noviembre de 2007

El vínculo según Mafalda (Ariel)









jueves, 1 de noviembre de 2007

Homero Manzi. Ariel

A cien años del nacimiento de homero manzi, su obra sigue viva, hablando en tiempo presente
Ese gran poeta que nunca publicó un libro de poesías
Nacido el 1º de noviembre de 1907 en el poco tanguero pueblo de Añatuya –un empalme ferroviario con algunas casas, en Santiago del Estero–, Homero Nicolás Manzione fue no sólo un pilar esencial del tango, sino también un hombre de radio y de cine, además de periodista y militante político.

“Manzi encarna, más que ningún otro, la presencia de la poesía en la letra del tango” (Julio Nudler).
Hay tangos que son emblemas del género, a tal punto que sus nombres se han vuelto metonimias. Decir “Malena” es decir tango, decir “Sur” es decir tango, y el sentido se fija en la Argentina y en el mundo. Las letras de estos tangos son muy populares, se tararean de memoria, y sin embargo no son nada fáciles en el sentido jinglero al que nos acostumbró la industria de la música: expresan una hondura poética sin atajos. Homero Manzi fue el hombre que las escribió, en tiempos de esplendor del género, y en compañía de otros creadores irrepetibles como Aníbal Troilo. Hoy este hombre cumpliría cien años y, más allá de los intentos oficiales por encontrar alguna forma de homenaje, una cosa es segura: su obra seguirá viva, hablando en tiempo presente, aunque pasen los años y los centenarios.
Homero Nicolás Manzione nació el 1º de noviembre de 1907 en el poco tanguero pueblo de Añatuya –por entonces, apenas un empalme ferroviario con algunas casas y estancias– en Santiago del Estero. Llegó a Buenos Aires a los siete años, junto a sus siete hermanos y su madre, que buscaba una mejor educación para sus hijos. El lugar que lo recibió fue aquel que más tarde transformaría en tango: Pompeya, un barrio humilde y alejado del centro urbano de la época, con una fuerte impronta todavía ligada a la escena rural.
Con los años, Manzi vería transformarse aceleradamente –urbanizarse– aquel escenario que pronto se fijó como añoranza en su poesía. En tangos como “Sur” o “Barrio de tango”, el poeta captura aquel paisaje de la niñez, que sabe irreversiblemente perdido, y por el que ya comienza a sentir nostalgia. Como reseña Acho Manzi, el hijo del poeta: “San Juan y Boedo, Pompeya, y todo lo que se veía desde el dormitorio del Colegio Luppi (adonde Manzi estuvo pupilo al llegar a Buenos Aires): ‘el paredón’, ‘la esquina del herrero’, ‘Centenera y Tabaré’, el ‘Almacén de la Laguna’ en Corrales, junto al ‘farol balanceando en la barrera’, y desde allí, ‘recostado en la vidriera’, ‘Juana la rubia’, ‘el alfalfar’ contiguo, la curva de la vía donde los maquinistas ensayaban sin querer el ‘silbido del adiós que siembra el tren’, todo, todo, todo su Sur, en el barrio de tango que tanto amó”.
Y así como hoy los vecinos sensibles de Villa Crespo ven avanzar Palermo Queens en sus veredas y suspiran la certeza de que no habrá vuelta atrás –si se permite la comparación, inexacta en sus enormes diferencias contextuales– Manzi y sus contemporáneos vieron avanzar la modernidad de la época sobre barrios como Pompeya o Boedo, vivieron sus mutaciones. Y luego Manzi hizo poesía –tango– de su nostalgia de los barrios que han cambiado, y también de lo inexorable de la vida, y en general de las cuestiones importantes de la vida, que son aquellas con las que hoy se siguen identificando todos los que escuchan sus tangos.
El poeta del tango
Hay en la poesía de Manzi un elemento profundamente musical, que funciona como un encastre perfecto, indivisible. Como señaló el periodista Julio Nudler en un artículo publicado en el portal Todotango: “Manzi encarna, más que ningún otro, la presencia de la poesía en la letra del tango. Fue un poeta que no publicó ningún libro de poesías”. Su dupla con Troilo significó uno de los hitos del tango. Es uno de los binomios históricos del género, de esos que se citan rapidito al estilo Troilo-y-Grela, Gardel-y-Le Pera, y sin embargo no colaboraron juntos en más de seis ocasiones. Cuando Manzi murió de cáncer, a los 43 años, Troilo le dedicó su tango instrumental “Responso”.
En su brillante análisis, Nudler destaca dos características centrales de la obra de Manzi: el primero, el aporte que hizo a la modernización y la jerarquización de la milonga. Para llevar a cabo esta reinvención de la milonga tuvo un compañero fundamental, el pianista Sebastián Piana, con quien escribió grandes clásicos como “Milonga sentimental”, “Milonga del 900” y “Milonga triste”. Salas recuerda en su biografía que el mismo Piana declaró que su mayor aporte a la música argentina fue “haber renovado la milonga, haber creado una milonga suburbana, de la ciudad, diferente a la campera”. A partir del éxito de sus colaboraciones con Piana (entre las que también figuran tangos como “El pescante”, valses como “Paisaje” o “Esquinas porteñas”) Manzi se convirtió en un autor reconocido.
El otro aspecto de la obra de Manzi analizado por Nudler es “su mimetización con la fiebre romántica que contrajo el tango en los años ’40”. Aquí aparecen tangos imperecederos como “Fruta amarga”, “Torrente”, “Después”, “Ninguna” o “Fuimos”, esos que Nelly Omar (ver aparte) asegura que fueron escritos para ella. Y si hubo desencuentros en aquel gran amor prohibido, que perduró hasta la prematura muerte del poeta, a los 43 años, basta revisar los versos de “Fuimos”, escrito con el bandoneonista José Dames (“Fui como una lluvia de cenizas y fatiga / en las horas resignadas de tu vida...”) para acercarse al desgarramiento de aquella relación.
El hombre de los mil oficios
Manzi no sólo fue un poeta del tango, fue un apasionado militante gremial, dirigió Sadaic, ejerció también el periodismo, dictó clases como docente de Castellano e Historia, estudió Derecho, escribió una cantidad de guiones para la radio y el cine, y hasta codirigió un par de películas. Todas estas actividades no parecieron interferir su intensa producción como poeta, más bien la complementaban. Al igual que otra gran pasión, por si faltaran aficiones: el hipódromo de Palermo.
En el cine, su obra más importante es sin dudas La guerra gaucha, escrita en colaboración con su amigo Ulises Petit de Murat, pero también fue el responsable de títulos como El último payador, con Hugo del Carril, Su mejor alumno, de Lucas Demare, Escuela de campeones, Pobre mi madre querida, Pampa bárbara, Huella, Malambo, Confesión, Con el dedo en el gatillo, entre muchas otras. No sólo eso: en 1942 fundó Artistas Argentinos Asociados (AAA) con Enrique Muiño, Elías Alippi, Lucas Demare, Francisco Petrone, Angel Magaña y otros hombres de cine. Al morir tenía escritos varios proyectos de nuevos guiones, como demuestran las recopilaciones a cargo de su hijo Acho.
Como periodista trabajó en revistas como Micrófono y Radiolandia, que también dirigió; colaboró en los diarios Crítica, El Sol y El Combate, y en las revistas Línea y Ahora. Desde las páginas de la revista Antena se dio el gusto de criticar al mismísimo Gardel: “Gardel es un gran artista sin ningún control de sus condiciones ni de su destino. Vive y triunfa con la complicidad de Dios, porque él ha hecho todo lo posible para dificultarse el éxito. Su primera película, Luces de Buenos Aires, es una cosa absurda”. Más allá del escaso pronóstico en relación con los éxitos o fracasos artísticos, lo que realmente le molestaba a Manzi de Gardel (un admirado suyo, por supuesto) era su interés por la industria extranjera del cine.
Militante político por vocación, el golpe de Estado del 6 de septiembre de 1930 le trajo como consecuencia la destitución de sus cargos como profesor y la expulsión de la Facultad de Derecho. Es que, con 23 años, había liderado a punta de pistola la ocupación de esta facultad en repudio al golpe militar que el 6 de septiembre derrocó a Hipólito Yrigoyen. Más tarde, junto a jóvenes como Arturo Jauretche fundó la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (Forja), que diez años después se disolvió para apoyar al naciente peronismo.
Hubo una última pasión en su vida, asumida por pertenencia geográfica: Huracán. “La historia de los barrios porteños está escrita, sin duda alguna, en los libros de actas de los clubes de barrio –escribió–. Huracán es casi la historia misma del Parque de los Patricios. Alrededor de su nombre pampero giran los recuerdos del barrio sur. Al globo rojo sobre campo blanco –heráldica suburbana– están adheridas las cosas del barrio, y los cafetines del barrio, y los baldíos del barrio, con melancólicas suturas.” Así escribía su evocación del club de sus amores, impregnada, también, por la nostalgia que marca su obra.

Rara Noticia en Clarín

SIGUE LA CAMPAÑA POR LA DEMOCRACIA ESTÉTICA

¡Feo en la calle Florida!
Gonzalo Otalora, el autor del libro "¡Feo!", se armó de un megáfono y tres secuaces, y salió a juntar firmas en la tradicional calle peatonal porteña. Su objetivo: lograr apoyo y exigir una ley para los feos.
Megáfono, planilla de firmas y propuestas: así se preparó Otalora.','CONVINCENTE. La gente se interesó en la propuesta.','HISTORIA. Un hombre recuerda la vez que lo dejaron plantado en una cita a ciegas, por feo.','RECLAMOS. La gente pidió igualdad entre lindos y feos.','COLEGAS. "¿Feo vos? ¿Feo yo?".','LUSTRABOTAS. Hasta los más tradicionales personajes de la calle Florida se acercaron a compartir sus opiniones con Otalora.','FEOS. Otalora logró que la gente se identificara con su reclamo.')-

Florida y Lavalle. Martes, 16.30 hs. Un día como cualquiera en la tradicional peatonal de Buenos Aires. Hasta que Gonzalo Otalora, el polémico autor del libro "¡Feo!" ( toma por asalto una esquina y con su megáfono empieza a vociferear a los cuatro vientos sus propuestas. Su objetivo: conseguir firmas para llevar al Congreso y forzar el debate de una ley a favor de los feos, con subsidio e impuesto a la belleza. Así, su teoría del feosexual cobra cada vez más fuerza. Acompañado por tres ayudantes que recolectaban firmas y repartían panfletos, Otalora abogó por el cupo de feos en las empresas, la representación de los feos en los desfiles de moda, un plan para erradicar la violencia física y verbal contra los no-bellos en los colegios, la regulación del uso de PhotoShop y retoque fotográfico en publicidad y prensa, la inclusión de actores poco atractivos en las novelas de amor y la existencia de maniquíes no esbeltos en las vidrieras. La gente, sorprendida, se sumó. Una señora contó que la cargaban de joven. Un pibe dijo que él era el autor de las bromas pesadas y se arrepentía. Un señor recordó el desplante que tuvo que soportar en una cita a ciegas, cuando la contraparte nunca se presentó. Así, fue casi una hora de caminata al mejor estilo de las campañas políticas que acaban de terminar. Y esto, promete Otalora, recién empieza.